Entrevista | Cayetano Rivera Ordóñez Torero

"Soy cuarta generación de toreros, llevo mis apellidos con gran honor y orgullo"

"La tauromaquia está por encima de los gustos personales de aquellos que pretenden imponer su forma de pensar; persistirá"

El torero Cayetano Rivera Ordóñez.

El torero Cayetano Rivera Ordóñez. / S. O. | EFE.

Lleva dos apellidos, Rivera y Ordóñez, que habrían marcado el sino de cualquiera. Cayetano es un torero de dinastía que, el domingo, volverá a hacer el paseíllo en la plaza de toros de Zamora para lidiar toros de la conocida ganadería de Núñez del Cuvillo.

–El domingo toreará en Zamora, ¿cómo lo afronta?

–El próximo domingo 30 iré a Zamora con cierto sabor agridulce porque mi banderillero Javier Gómez Pascual no podrá acompañarme para torear en "su casa" por un percance con un toro que sufrió el pasado día 23 en Torrejón de Ardoz.

–En Zamora, compartirá cartel con dos compañeros que están en un buen momento profesional, como Daniel Luque y Ginés Marín. ¿Es un aliciente?

–Siempre hay competencia, la tenía hasta con mi hermano, Francisco Rivera. Aunque el primer reto es contra uno mismo.

–Ya ha toreado anteriormente en esta plaza, ¿qué recuerdos tiene?

–El cariño y la pasión con la que vive el público de Zamora la Fiesta.

–¿Y qué sensaciones le despierta ese público de Zamora?

–Me gusta el público de Zamora, he vivido con ellos momentos de emoción. Voy con mucha ilusión para el domingo.

–La de Zamora no es la única plaza de la provincia que conoce, sino que también ha hecho el paseíllo en la de Toro...

–Sí, he tenido la suerte de poder torear en diferentes plazas de la provincia, como la de Toro.

–Además, como acaba de decir, con la provincia tiene el vínculo de que, en su cuadrilla, lleva a un zamorano, Javier Gómez Pascual, que no podrá actuar el domingo tras esa cornada a la que aludía, que sufrió en Torrejón de Ardoz (Madrid) el pasado día 23. ¿Qué aporta a su cuadrilla Gómez Pascual? ¿Qué tal se encuentra?

–Dentro de la gravedad del percance, se encuentra bien. Javi es muy buen torero, con mucha afición y está muy preparado. Entrenamos mucho juntos. Estoy seguro de que, en breve, volverá a los ruedos. Es un gran profesional, además de buena persona. Estoy muy contento con él. Le echaremos de menos en Zamora.

–Usted mismo, hace un mes, sufrió un percance en la Feria de San Isidro cuando se disponía a sacar del caballo al toro de su compañero Jorge Martínez, ¿arrastra alguna secuela?

–Todavía me duele el cuello, pero para lo que podría haber sido, tuve suerte.

–Hace un año, también fue muy meritorio un quite suyo a cuerpo limpio en la plaza de Santander para librar a Andrés Roca Rey de los pitones del toro. Lleva muy a gala el compañerismo en el ruedo...

–Bueno, cada uno es como es.

–¿Qué me dice de los valores de la tauromaquia? ¿Qué suponen para usted?

–Los principales valores de la tauromaquia son la valentía y el honor. Valores muy importantes en mi vida.

–¿Cree que esos valores deberían trasponerse más a la sociedad?

–Sin lugar a dudas. Las personas necesitan coraje para afrontar todas las dificultades que trae la vida. Y, por desgracia, se ha perdido en gran parte el honor.

–Esta temporada, ha toreado varias tardes en Las Ventas, también ha estado en la Feria de Abril y estará en San Fermín, en Pamplona. ¿La temporada está yendo bien?

–No he tenido suerte con los toros o el viento ha molestado demasiado. Estoy disfrutando de lo que supone torear en esas grandes ferias, pero todavía no ha llegado el triunfo con el que un torero sueña cuando va a esas plazas. Espero que pueda ser en Pamplona y en Málaga, feria (la de Málaga) que, además, rinde homenaje a la figura de mi padre 40 años después de su partida.

–¿En qué momento profesional se encuentra usted?

–Me siento en muy buen momento profesional, con ganas de disfrutar cada día.

–En una entrevista concedida a otro medio hace unos meses, hablaba de que su retirada no está muy lejos. ¿ Cuánto tiempo podremos verle todavía en los ruedos?

–Ya queda menos.

–Cuando llegue ese momento, imagino que seguirá vinculado con el mundo del toro...

–Ahora mismo, no estoy vinculado al mundo del toro, sólo como torero. Siempre he dicho que me haría mucha ilusión ser empresario de Ronda por lo que supone para mí personalmente, pero, de momento, no ha podido ser. Ya veremos, cuando me retire, por dónde camino.

–En su caso, los apellidos han marcado toda una vida ligada a la tauromaquia, ¿verdad?

–El año que viene se cumplirán 100 años desde que empezó mi dinastía. Soy la cuarta generación de toreros. Mi padre y mi abuelo han sido dos de los toreros más grandes de la Historia. Llevo mis apellidos con gran honor y con mucho orgullo.

–Si volviera a nacer, ¿volvería a ser torero?

–Me encantaría, aunque también he de decirte que no es una experiencia que quiera para mis seres queridos, es demasiado difícil y, sobre todo, arriesgado.

–En cuanto a la situación actual de la tauromaquia, ¿cómo la ve a nivel social? ¿Cree que tiene la fortaleza suficiente para resistir a los ataques externos?

–La tauromaquia está por encima de los gustos personales de aquellos que pretenden imponer su pensamiento. La tauromaquia persistirá.

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