Opinión | Zamoreando

Que los dejen

Los adornos cambian la fisionomía de la ciudad y, si son acertados, el esfuerzo merece la pena

Paraguas "bermejos" de la calle Renova.

Paraguas "bermejos" de la calle Renova. / Ana Burrieza

Me refiero a los adornos que se reparten algunas calles. Fundamentalmente, que dejen donde están los paraguas de la calle Renova. Han sido de lo más fotografiado. Julio llega marcando temperaturas altas y las sombras se harán más necesarias que nunca. Por lo tanto, los paraguas no nos vendrán mal a los zamoranos, cuando busquemos una sombra bajo la que guarecernos del ardor solar. Y si le da por llover formarán un magnífico conjunto con la meteorología que nos ha chafado un poco la fiesta.

La experiencia piloto no ha estado mal pero ha resultado corta. El Ayuntamiento debe "estirarse" un poco más. Los adornos cambian la fisonomía de la ciudad y si son los acertados el esfuerzo merece la pena. Cabe esperar que David Gago tome buena nota y el próximo San Pedro transforme la ciudad. Engalanarla siempre resulta bonito para los ojos. Transformar el paisaje por unos días o por todo un verano no está nada mal. Ya que el paisanaje, salvo turistas y zamoranos de la diáspora, siempre es el mismo, que por lo menos den un vuelco al paisaje. Estamos esperando un gesto.

No le veo problema alguno, seguro que la oposición piensa de forma diferente, en que dejen los paraguas justo donde cuelgan ahora. Es más, yo añadiría unas filas más en calles adyacentes. Y ya puestos extendería el área hacia la plaza de la Marina. No sólo de monumentos y gastronomía vive el turismo, también de espacios diferentes, de espacios bonitos, de lugares con encanto. No creo que el esfuerzo económico sea para tanto. Además, este Ayuntamiento goza de buena salud económica. Los zamoranos no queremos que ahorre, pedimos que invierta en embellecer la ciudad.

Y si deciden ir a más, que empiecen a pensar que las fuentes constituyen un reclamo para el turismo. Deberían de colocar alguna más en distintos puntos estratégicos. No creo que me hagan caso dejando los paraguas donde están. La idea no es mala. No molestan a nadie y, repito, han sido el elemento más fotografiado de la fiesta junto a la Negra, el Ramón, el Turco y el Abuelo. Bien por la Asociación Cultural Tradición y Música Popular que los ha devuelto a la vida.

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