Opinión | Zamoreando

España pierde liderazgo

Nuestros políticos contaban con la consideración de sus homólogos europeos

La OTAN acuerda que el neerlandés Mark Rutte sea su próximo secretario general

La OTAN acuerda que el neerlandés Mark Rutte sea su próximo secretario general

¿Dónde han quedado aquellos años en los que los políticos españoles eran reclamados en el conjunto de la UE y de la OTAN para ocupar puestos de responsabilidad? España gozaba de un merecido prestigio. Nuestros políticos contaban con la consideración de sus homólogos europeos. España tenía un peso específico que ha ido perdiendo con el discurrir de los años. En la actualidad, ni prestigio, ni credibilidad que valgan.

El Gobierno de España intenta colocar en el gran damero europeo a sus peones sin lograrlo. Se habló de puestos de relevancia tras las europeas, repartiendo algún que otro cargo con no mucha carga. Incluso se llegó a hablar de la OTAN. Ni eso. La Organización del Tratado del Atlántico Norte tiene nuevo líder y no es español. Mark Rutte asume las funciones como secretario general de la Alianza Atlántica tras ser nombrado oficialmente por la OTAN. El neerlandés era el favorito para tomar el relevo del noruego Jens Stoltenberg. Rutte estará al frente de la mayor organización de seguridad del mundo en un momento crítico para la seguridad europea, en plena guerra en Ucrania.

No es que al que fuera primer ministro de los Países Bajos le haya resultado fácil acceder a la secretaría general. Se debió superar el veto húngaro y tan sólo Rumanía ofrecía resistencia. Los vetos y la resistencia proceden siempre del Este. En el caso de Rumanía tiene su explicación, el presidente rumano se retiraba de la carrera por el puesto civil más alto de la alianza militar al que aspiraba. De esta forma dejaba al neerlandés como el único contendiente. Y no sólo eso ofreció su respaldo a la candidatura.

No sé si España optaba aunque fuera a conseguir las migajas, lo cierto es que el nombre de nuestro país no suena, como no suena el nombre de ningún político español. Ni incluso los de aquellos que están en primera línea en Europa. Se echan de menos aquellos tiempos como cuando, en la década de los 90, el socialista Javier Solana fue nombrado secretario general de la OTAN, sin olvidar que desempeñó las funciones de alto representante de la Unión para la Política Exterior y de Seguridad Común de la UE.

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