Nuevas manos en el torno
Daniela Krpan e Isabel Robledo debutan en la Feria de la Cerámica tras reconducir sus vidas hacia la artesanía
Tras la pandemia cuando muchos alfares y talleres de cerámica cerraron sus puertas ellas apostaron por hacer de lo que era su pasión, su profesión.
Viven a cientos de kilómetros, una en Valdeltormo, en la provincia de Teruel, y la otra en la población salmantina de Villamayor, pero la argentina Daniela Krpan Perrone y la cántabra Isabel Robledo Garro hace un par de años recondujeron sus vidas, dieron el salto al vacío y apostaron por la cerámica como manera de ganarse la vida.
Ambas debutan esta edición en la Feria de la Cerámica y la Alfarería Tradicional de Zamora.
"Estaba estudiando Bellas Artes en Argentina y lo dejó por un viaje. En Perú descubrí la cerámica y la civilización moche y me enamoré de tal forma que cuando volví a Argentina en vez de retomar mis estudios, me apunté a cerámica y me encanto el torno, que fue mi primer amor y me fascina", confiesa Daniela Krpan.
Esta mujer hace más de dos décadas que se dedicaba a la cerámica, pero en España tuvo que trabajar en otros menesteres. Tras el paso de la pandemia y un serio problema de salud se replantó su vida. "Fue el momento de decidir si quería seguir trabajando para un empresario o morirme haciendo lo que me gusta que es trabajar con el torno", explica esta artesana que realiza un "trabajo muy personal".ç
"Hago utilitario y decorativo. Cuezo con alta temperatura con horno de leña y con horno de gas y trabajo con arcillas refractarias de la zona del Bajo Aragón y los esmaltes también los hago yo" describe esta mujer que desde hace un par años hace ferias y quiso probar en Zamora.
Las sensaciones que está teniendo son agridulces. "Estoy viendo que lo que pasa en todas las ferias que van en decadencia y que resulta muy complicado competir en precios con los alfareros y que el público mira el coste por su economía".
Isabel Robledo Garro efectúa los iconos que tenemos en España, desde folclóricas a meninas, hechos a partir de una botella efectuada con el torno y emplea porcelana para joyería o murales.
Su presencia en la Feria de Zamora. "Es un sueño cumplido porque yo antes lo tenía como hobby desde hace 25 años con Iñaki San como profesor. Me quedé sin trabajo y fue el momento, di el paso y me profesionalicé. Yo no quiero ser una fábrica sino disfrutar realizando piezas únicas", sintetiza esta ceramista que realizó el viernes una demostración de rakú.
Esta artesana, que ha hecho ferias por toda la región, se muestra taxativa: "Zamora es el referente de todos los ceramistas" y confiesa que el ser aceptada en la muestra "fue una gran alegría".
La ceramista, que reside en la provincia de Salamanca, remarca que "en Zamora tienes que ir con una calidad de trabajo, sino no te seleccionan y sin duda ha sido una manera de reafirmarme en el oficio", siente que su presencia en Claudio Moyano implica que "he llegado a un nivel".
Tras un día de contacto con el público sostiene que "las piezas que haces puedes gustar más o menos, pero en esta ciudad el público es muy receptivo y pregunta, lo que no sucede en todos los lugares".
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