Sucesos en Zamora

Un industrial falsificaría la firma de un obrero para evitar el pago por despido

La Fiscalía pide prisión para el empresario por imitar la rúbrica del exempleado, simular el anticipo de nóminas y reclamarle 2.600 euros

El empresario de Benavente acusado de falsificar la firma de un empleado durante el juicio. | S. A.

El empresario de Benavente acusado de falsificar la firma de un empleado durante el juicio. | S. A.

El estudio de las 36 firmas realizada por un empresario con el nombre de su extrabajador contienen tantos rasgos, "similitudes", con la letra del industrial que los peritos de la Guardia Civil confirmaron ayer que el empleado nunca firmó el resguardo de un supuesto adelanto de nómina de 3.500 euros en julio de 2019. El titular de la sociedad de productos de carnicería y charcutería de Tierra de Campos acababa de ser condenado por el Juzgado de lo Social 1 de Zamora a indemnizar con 2.600 euros al empleado por un despido improcedente.

El que fuera su obrero le había denunciando por las horas extras y la ampliación de horario pero no de salario. "¿Con ese caldo de cultivo va a ir el trabajador a pedir una anticipo de nómina?", preguntó el abogado de la acusación. El trabajador, que llevaba once meses en la empresa terracampina, denunció ante Inspección de Trabajo al industrial por incu

Ocho meses después del conflicto laboral fallado por el Juzgado de lo Social a favor del trabajador en marzo de 2020, el dueño de la sociedad, de iniciales M.G.G., reclama por vía judicial 2.066 euros al extrabajador que aún no le habría devuelto de esas supuestas nóminas anticipadas y presenta ese documento con la firma falsificada de su exempleado, un hecho incuestionable.

Los signos idénticos a la letra

Las pruebas caligráficas de ambos demuestran la versión del exobrero, "no es mi firma ni de lejos", manifestó en el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal. Los peritos caligráficos de la Gaurdia Civil ratifican ese testimonio al apuntar que, aunque la rúbrica falsificada tiene "signos idénticos a la firma del empresario", los peritos de la Guardia Civil matizaron en la vista oral que M.G.G. "trata de simular la firma del trabajador" para detallar que en las 36 rubricas que realizó "hay una misma línea de trazado, en unas el trazado es más fuerte que en otras, pero son de la misma persona" que trata de impedir que se identifique su escritura.

Ante las preguntas del abogado de la acusación, del extrabajador y supuesto deudor, los peritos policiales precisaron que "el grado de inclinación de las letras de la firma, hacia la derecha, las letras comprimidas; el trazo es horizontal", lo que junto a otros rasgos, "nos dicen que está imitando la letra, intentando reproducir el trazado, muy sencillo", de la grafía del trabajador.

Sin embargo, para que estas conclusiones fueran totalmente irrefutables, sería preciso disponer de un escrito completo del acusado, del empresario, para poder hacer una comparación en mayor profundidad, motivo por el que los dos agentes manifestaron que "no podemos ser más categóricos" a la hora de atribuir sin género de dudas la firma al procesado, declararon al exigirles el abogado de la defensa una conclusión totalmente irrebatible.

La respuesta llevó a este letrado a solicitar la absolución del imputado por falsedad documental y por dos delitos de intento de estafa que podrían terminar en una condena a prisión si la jueza admite la tesis de la Fiscalía de Zamora, para quien no existen dudas sobre la culpabilidad del industrial.

Una petición que se da de bruces con la exigencia del Ministerio Fiscal a la magistrada de lo Penal para que imponga un año de prisión para el industrial benaventano por falsificación de documento oficial. La acusación particular lleva su solicitud de cárcel hasta los dos años por ese mismo delito y agrega otros 16 meses de reclusión por dos intentos de estafa.

Una deuda inexistente

El Ministerio Público tiene claro que M.G.G. "realizó el documento para reclamar al trabajador una deuda inexistente para no pagar la indemnización por el despido improcedente, un documento que el empleado nunca había visto". La fiscala se refirió al "informe fundamental de los peritos que indican que la firma no fue realizada por el trabajador y que es probable que sea del empresario, que las semejanzas" entre su letra y la de la rúbrica que aparece en el anticipo de nóminas al empleado indican que "probablemente M.G.G. realizó la firma" porque conocía la letra del obrero y su rúbrica.

El abogado de la acusación recordó que "hay indicios suficientes de que mi cliente conoció el documento en el Juzgado de lo Social y no reconoce la firma que hay en él, tiene buena economía familiar", por lo que no precisaba de anticipos de nómina, como el denunciante declaró y, además, "no hay ningún ingreso de esos 3.500 euros en sus cuentas".

El empresario sostiene que nunca falsificó esa rúbrica y se defendió de las acusaciones asegurando que el documento salió de la empresa porque el trabajador le pidió que le dejara llevar a su casa el documento para que lo viera su mujer, una versión que vendría a apuntar la posibilidad de que la imitación de la firma la hubiera realizado la esposa de quien terminó por denunciarle por falsedad documental y por intento de estafa.

El abogado de la acusación resaltó que no existan pruebas que cimenten la versión del acusado. El trabajador contó que el dueño de la empresa carnicería charcutería, aves, conejos, huevos y caza ubicada en la comarca de Tierra de Campos le dijo de un día para otro que estaba de vacaciones y le prohibió entrar en la nave.

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