Opinión | Buena jera

Nos jugamos mucho

No estorba insistir en que, si usted no vota hoy, otros lo harán, y decidirán, por usted

Colocación de las urnas en los colegios electorales de Zamora

Colocación de las urnas en los colegios electorales de Zamora / Miguel Ángel Lorenzo

Durante la campaña electoral se ha hablado tan poco, casi nada, de Europa que los comicios de hoy parecen cualquier cosa menos lo que realmente son. La mayor responsabilidad les incumbe a los partidos políticos y coaliciones y a los propios candidatos, que no han querido debatir sobre lo que hoy, y en los próximos cinco años, está en juego. Por razones que todos conocemos se han dedicado a poner sobre la mesa (es un decir) cuestiones nacionales, regionales y hasta de las escaleras de vecinos, pero nada (o casi) de Europa. Que hay crisis energética, pues soltamos lo de Begoña Gómez. Que la guerra de Ucrania sigue ahí y Putin amenaza a medio mundo, discutimos sobre Ayuso. Que todavía no hemos solucionado, y va para largo, el problema de la inmigración, hablamos de amnistía. Que, si el fantasma de la inflación acecha, aquí se pide adelanto electoral o se amenaza con una moción de censura. Todo muy de andar por casa, con una visión miope, de lo que se ventila en las urnas.

Mal de muchos, consuelo de tontos, reza el refrán. Por la filosofía que encierra no me parece eso, un consuelo, que lo que sucede en España haya sucedido, y continúe, en todos los países de la Unión Europea. Por lo que leo y oigo, en ninguno se ha hablado seriamente de Europa, de lo que se quiere hacer con nuestro continente, de las expectativas, de los problemas, de las soluciones. Cada cual ha mirado para sus adentros como si no le importara lo que sucede a su alrededor. Maldita la gracia que me hace escuchar a mucha gente, cargos públicos incluidos, eso de que la culpa la tiene Bruselas, es que Bruselas no lo permite, es que Bruselas no nos deja… Pero, hombre, si Bruselas también eres tú; si tú, tu país, España, está en Europa y durante años y años (y todavía ahora mismo) está recibiendo ingentes cantidades de dinero que han servido para hacer carreteras y vías, para ayudar a empresas y autónomos para las subvenciones de la PAC… ¿Qué me está usted contando?, ¿quién o quienes le han metido en la cabeza esa idea-obsesión-peligro de que lo negativo viene de Europa y lo positivo nace en el gobierno nacional o en el autonómico o hasta en las diputaciones y los ayuntamientos? Faltan información y pedagogía, pero no me parece que vayan a llegar enseguida; no están ni en camino.

Esa visión simplista, recelosa y negativa de Europa ha estado presente en la campaña electoral y, desgraciadamente, es probable que lo esté en las votaciones de hoy. Y que pueda influir, ojalá no, en el grado de participación Una abstención alta equivaldría a aseverar que nos importa poco lo que suceda en Bruselas y en el Parlamento de Estrasburgo, que lo nuestro es mirarnos el ombligo y pensar que solos andamos mejor. Nadie se atreve a predicar la abstención, sería el colmo, pero hay maneras y maneras de decir las cosas; o sea, hay mensajes tácitos, que van por ese camino. De ahí que sea necesario, casi imprescindible, volver a llamar la atención sobre la extrema importancia de ir a votar. No se fíen ni hagan caso de los que dicen eso de "bah, por un voto más o menos". Tal vez estén deseando que usted no vaya a las urnas para que su voto, el de él, pese más. Hay grupos que calculan que la abstención les favorece y por eso la aconsejan, aunque sea indirectamente. Descubran quienes son, no es difícil, y pónganse en guardia. También defiéndanse de los que despotrican de Europa, pero quieren entrar en ella y cuantos más mejor. Es más que probable que su objetivo final sea destruir la Unión Europea desde dentro para que nadie frene sus posturas radicales y antidemocráticas.

Por todo ello, hoy hay que ir a votar. Y hacerlo con el convencimiento de que Europa no puede caer en manos de quienes no creen en ella. Hay desafíos tan fuertes que andar desunidos y egoístas puede ser nuestra perdición. No sería la primera vez.

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