Opinión | Un castillo para Baltasar Lobo

Blanca Flor Herrero

Baltasar Lobo: aprendizajes y enseñanzas

Baltasar Lobo: aprendizajes y enseñanzas

Baltasar Lobo: aprendizajes y enseñanzas / BLANCA FLOR HERRERO MORÁN

Dado que para valorar es necesario conocer, la educación constituye un pilar fundamental para la patrimonialización y musealización de Baltasar Lobo.

Para entender y comprender la magnitud de su legado artístico es preciso tener en cuenta las coordenadas de espacio y tiempo: enmarcar su periplo formativo, artístico y vital a nivel geográfico y conocer su biografía contextualizándola en la historia teniendo muy presente los acontecimientos políticos, económicos, sociales y culturales.

Alumno y aprendiz: peregrinaje educativo

El sentido del aprendizaje en Baltasar Lobo está propiciado por su padre, un ávido lector que valora la importancia del saber y apoya su formación. Inicialmente, Baltasar desarrolla dos roles educativos en diferentes instituciones dedicadas a la enseñanza.

Fue alumno de estudios primarios en Benavente donde comienza su formación como dibujante, de las Escuelas de Artes y Oficios de Valladolid y de Madrid donde asiste a clases nocturnas, de la Academia de Bellas Artes de San Fernando que abandona a los tres meses por su excesivo enfoque teórico y del Círculo de Bellas Artes donde asiste a cursos de práctica escultórica y se especializa en la talla de madera y mármol.

Fue aprendiz del escultor vallisoletano Ramón Nuñez, a quien recordaba afectuosamente como “maestro, beatón y católico”, que “imprimía su tónica en el ambiente; y nosotros, para vengarnos, rellenábamos las escayolas con folletos revolucionarios”.

En Valladolid descubrió su vocación escultórica gracias al aprendizaje de la imaginería y del modelado desarrollado en el taller y al conocimiento de los maestros escultores de la escuela castellana iniciado en la Escuela de Artes y Oficios y afianzado con la visita al Museo de Santa Cruz (antedecente del actual Museo Nacional de Escultura).

Baltasar Lobo: aprendizajes y enseñanzas

Baltasar Lobo: aprendizajes y enseñanzas / BLANCA FLOR HERRERO MORÁN

Autodidactismo y autodescubrimiento: andariego artesanal y artístico

Su firme voluntad y autodidactismo le llevan a acercarse al arte a través de diferentes medios, más allá de la enseñanza formal en centros especializados, entre los que sobresalen el contacto con artesanos y artistas y la asistencia a museos.

Fue aprendiz de talla en madera con Ramón Núñez, tallista en el taller de Ángel Garzón y trabajador en el taller de Henri Laurens con quien mantuvo una relación discipular y fraternal.

Su conocimiento artesanal del oficio le permitió realizar todo el proceso creativo de cada pieza convirtiéndose en uno de los pocos escultores capaces de esculpir las obras de principio a fin (desde el desbastado inicial del material hasta el acabado final).

En la academia madrileña fue compañero de artistas como Juan de Ávalos, Pancho Lasso, Cristino Mallo o Delhy Tejero. Fue admirador de la obra de diversos artistas del momento como los españoles Picasso, Dalí, Miró o Gargallo o los europeos Brancusi, Arp, Matisse o Maillol.

Visitó numerosas exposiciones y museos que se convirtieron en referentes culturales y artísticos, destacando el Museo de Escultura de Valladolid, el Museo Arqueológico de Madrid y el Museo del Louvre.

En Madrid buscó su identidad y fortaleció la vertiente artesanal de su ideario artístico combinando su labor escultórica con sus facetas como dibujante, cartelista e ilustrador gráfico.

En Barcelona fue miliciano de la cultura convirtiéndose en enseñante de la lectura y la escritura para soldados del ejército popular durante la Guerra Civil.

En París se convirtió en uno de los integrantes de la Escuela española conformada por artistas exiliados y, tras la liberación de la capital francesa, comienza su despegue expositivo.

Del homenaje a Lorca al de León Felipe: tener un oficio y ser artista

Dos obras escultóricas conmemorativas marcan su andadura vital y profesional.

Por un lado, la atípica escultura realizada en madera para un Homenaje a Federico García Lorca supone el comienzo de la etapa parisina.

Por otro lado, la escultura Homenaje a León Felipe propicia el mutuo reconocimiento tanto del poeta como del artista y la reanudación de la relación con Zamora.

Ambas obras son una excepción iconográfica en su trayectoria marcada por las maternidades, el universo femenino y el mundo infantil, motivos asociados a su periplo personal y a su concepción viviente de la escultura.

La educación ha marcado la vida de Baltasar Lobo y debe marcar la musealización de su obra

Tras la donación de las obras Al poeta León Felipe y Madre y niño al aire a la ciudad de Zamora, Baltasar Lobo cedió una colección de mármoles y bronces, a la que se unió, tras su fallecimiento, el legado patrimonial familiar.

Durante toda su vida armonizó su carácter paciente, humilde, perseverante, hermético y silente con el entusiasmo por su trabajo. Fue un jornalero laborioso del arte con una faceta escultórica que fue creciendo y evolucionando con él.

Lobo es un claro ejemplo de que la combinación de teoría y práctica es un binomio que favorece el aprendizaje.

Educación y musealización: con todos y a tiempo

En principio, sería interesante preguntarse por el primer recuerdo que guardamos sobre el conocimiento de Baltasar Lobo, por nuestra aportación personal a su reconocimiento, por las características que permiten que su legado sea reconocible partiendo de las obras archiconocidas.

En mi caso, el primer recuerdo que tengo es Hombre adámico, una obra que conocí gracias a una visita escolar y que intento vincular al conocimiento de familiares y alumnado.

El acercamiento a la vida y obra de Baltasar Lobo ha sido promovido a lo largo del tiempo por diversas personas e instituciones y, en la actualidad, está protagonizado por la Asociación Amigos de Baltasar Lobo. A su vez, diversos centros educativos zamoranos han participado en actividades tanto formativas destinadas a los docentes como experimentales desarrolladas con los alumnos como la exposición itinerante, el proyecto Muro Museo Okupado o los talleres sobre Baltasar Lobo.

La reflexión sobre la ubicación de la obra de Baltasar Lobo debe centrarse no sólo en la elección del edificio museístico sino también en la musealización al aire libre y en la revisión de los espacios urbanos donde se encuentran el resto de esculturas. El emplazamiento del museo ha generado controversia desde la primera cesión de la colección, momento en el que se compró un solar que finalmente se utilizó para construir el Museo Etnográfico de Castilla y León.

El Hombre adámico, por expreso deseo de Lobo, debía ubicarse en un espacio en el que el vecindario pudiera admirarlo desde sus ventanas y los niños lo contemplaran mirando al cielo, o bien en la explanada cerca del Castillo para abrirse al mundo.

Parafraseando el verso de León Felipe, lo ideal es que la musealización del legado de Baltasar Lobo sea “con todos y a tiempo”. Estamos (en plural) a tiempo de hacer una adecuada musealización de las piezas ubicadas en espacios al aire libre y de realizar un museo definitivo (que ponga fin a la provisionalidad y cumpla con el compromiso adquirido hace varias décadas) que sea inclusivo (de todos y para todos), que cuente con un gabinete didáctico que establezca una comunidad de aprendizaje cooperativo con los centros educativos y la sociedad y que tenga un programa de actividades variado y dinámico que tienda puentes con otros artistas e instituciones culturales.

BLANCA FLOR HERRERO MORÁN. Doctora en Historia del arte. Peregrina educativa que, durante más de tres lustros, transita diferentes niveles de la enseñanza formal impartiendo docencia. Ha recorrido diversas etapas ocupando cargos de gestión en institutos de enseñanza, en el CFIE y en el Área de Programas Educativos de Zamora.

Zamorana a la que le entusiasma aprender y enseñar, ha coordinado proyectos de innovación sobre patrimonio, proyectos de investigación sobre educación patrimonial y experiencias de calidad sobre convivencia. Ha participado en la elaboración de materiales didácticos sobre ciencias sociales, la historia y la cultura gitana, El Cerco de Zamora y el modernismo en Zamora. Ha obtenido becas de investigación y premios educativos relacionados con sus tres líneas de trabajo y de publicación: arte y patrimonio, musealización e inclusión educativa.