Opinión | Al grano

Flamenco

¿Por qué cambia la organización del Festival de San Pedro de Zamora?

Presentación del Festival Flamenco en San Pedro

Presentación del Festival Flamenco en San Pedro / JOSÉ LUIS FERNÁNDEZ

Que nadie se eche las manos a la cabeza por lo que va a leer a continuación, que el aire invisible se torna negro cuando nos falta: el cante flamenco no nació en estas tierras pero se ajusta a ellas como las plumas a los pájaros. Andalucía pintó el jondo de alegría y emociones, pero la profundidad de la Meseta le dio ese sentimiento trágico de la vida, del que habló Unamuno, ese sentir desde el envés de las cosas, la aceptación de lo que está por venir como inevitable. La lírica del "quejío" nace aquí, entre apriscos y besanas, dibujada por quienes sufren con la aceptación eterna que rezuma la tierra gredosa y carnal.

Y sí, Zamora es la Andalucía del Norte para el flamenco, en lúcida expresión de Antonio Mairena. Y sí, hasta el jondo nos divide porque aquí, más aún que en el resto del país, que ya es decir en estos tiempos tuertos, no hay todos por pequeños que sean que no se puedan partir en dos, también, sí, se puede abrir en canal una expresión universal declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

La peña flamenca "Amigos del Cante" de Zamora, la más antigua de capitales de provincia del mundo (suma más de 50 años), una de las más laureadas (Premio Nacional de la Cátedra de Flamencología, Premio Tierras de Zamora de la Diputación, Premio Cultura de Caja Rural, quien sacó brillo a Antonio Mairena y al flamencólogo José Blas Vega, organizadora de mil eventos y fiestas de cabales) acaba de ser desautorizada por el Ayuntamiento de Zamora. No organizará la quincuagésima segunda edición del Festival Flamenco de San Pedro que se celebrará los próximos 28 y 29 de junio. ¿Y por qué no?

El Ayuntamiento, responsable del festival, que ha dejado durante más de 30 años (los últimos 20 de forma ininterrumpida) la organización de este importante evento (el más antiguo de capitales de provincia) en manos de "Amigos del Cante" no ha dado explicaciones, al menos que se sepan. Tú ya no organizas y ya está, porque ya no te necesito, se entiende.

No se cuestiona aquí la decisión del Ayuntamiento, que si es suyo y lo paga podrá hacer lo que quiera con el Festival, lo que se critica es la forma. De repente, ya no nos vale la peña de toda la vida, la que nos ha sacado las castañas del fuego durante décadas, la que ha organizado (yo creo y mucha gente también que de forma brillante) el evento. A partir de ahora ya no. Los tiempos cambian y hay que innovar (¿no les suena?).

Mientras no se explique el cambio de opinión, tendremos motivos para pensar que se ha hecho de forma arbitraria, ¿una muestra más de la salpicadura ideológica rampante? ¿O no? (Y sí, soy amigo de muchos peñistas de "Amigos del Cante", pero también de algunos del otro bando flamenco, pero siempre llueve de arriba abajo, y no, la niebla no es lluvia).

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