Entrevista | MARÍA LUZ UÑA RIESCO Presidenta Casa de Zamora en Madrid

"Me gustaría que la Casa de Zamora en Madrid fuera a más porque hemos luchado mucho"

"Queremos que haya un equipo gastronómico continuo que ofrezca un menú exclusivo con productos de la provincia"

María Luz Uña Riesco en una de las salas de la Casa de Zamora en Madrid.

María Luz Uña Riesco en una de las salas de la Casa de Zamora en Madrid. / Jose Luis Fernández

La primera mujer en presidir la Casa de Zamora en Madrid, María Luz Uña Riesco, lleva once años al frente de una organización sin ánimo de lucro que, tras acometer una renovación integral de las instalaciones, se enfrenta al reto de atraer nuevos socios para volver a florecer como el principal punto de encuentro de los zamoranos emigrados a la capital de España y la embajada de una provincia que todavía sigue siendo "la gran desconocida" pero que "siempre gusta y sorprende" a todo aquel que se anima a ir a visitarla.

–¿En qué año se hizo socia de la Casa de Zamora en Madrid y por qué?

–Yo me vine a Madrid en el año 1976 y en el 1980 me inscribí. Nos íbamos muy jóvenes de nuestros lugares de origen y entonces no teníamos sitios donde ir y la Casa de Zamora era el sitio de encuentro para todos. Allí era donde ibas y te encontrabas con los de la zona para no estar sola. Además, en esa época, había jóvenes que se iban con 15 años a la capital y no podían ir ni al cine por la edad. Así que reunirte en el centro era la forma de no estar en la calle y encontrarte allí con gente que conocías, alguien más del pueblo o de los pueblos de al lado que habías visto en las fiestas en los veranos.

–Era una necesidad de compañía y conocer a gente de tu provincia de origen que ya no se tiene ahora.

–Claro, eso es lo que ha cambiado hoy. Con los móviles y las redes sociales ya no hace falta un lugar al que ir y encontrarse. Pero antes, sí, era nuestro lugar, donde íbamos a disfrutar de bailes y otras actividades. También hubo unos años que se hacía bingo y teatro, por ejemplo.

La gente joven no tiene esa costumbre porque no ha conocido lo que realmente significaba

–En el año 2013, se convirtió en la primera mujer en presidir la institución. ¿Qué fue lo que le empujó a aceptar el cargo?

–Juan Antonio Barrio, el presidente que estaba desde el año 2009 dimitía del cargo y entonces un grupo de los que estábamos allí, nos liamos un poco la manta a la cabeza y decidimos tirar para adelante y así fue como nos metimos en esto.

–¿Cómo fueron sus inicios como presidenta?

–Nos costó mucho sacar la Casa adelante porque estaba en una situación pésima. Estábamos sin dinero, se había perdido la subvención y llegamos incluso a pensar que a lo mejor hasta la teníamos que cerrar porque el estado económico era muy malo. Pero, al final, tiramos para adelante y lo conseguimos, aunque tuvimos que luchar mucho, subir las cuotas un poquito y hacer rifas porque tampoco recibimos ninguna ayuda.

–¿Cuántos socios serían en ese momento?

–Seríamos casi cerca de 500. Ahora, somos bastantes menos, estaremos en unos 300. Hemos perdido muchos que han fallecido, los que por enfermedad ya no van, los que se van al pueblo y los que se van borrando.

–¿Hay una falta de relevo generacional?

–Sí, sobre todo cuesta mucho que haya personas jóvenes porque no han tenido esa necesidad de ir a este lugar de encuentro. La gente joven no tiene esa costumbre porque no ha conocido lo que realmente significaba, a excepción de muchos de nuestros hijos que lo han vivido desde siempre y si tienen una vinculación emocional, pero los jóvenes que se vienen a vivir a Madrid, con las redes sociales ya establecen contactos más fácilmente, por ejemplo. Algo que antes era imposible.

–La sede social de la Casa de Zamora se ubica en la calle Tres Cruces ¿Aprecia realmente la sociedad zamorana contar con estas instalaciones en pleno centro de la capital de España?

–Tener estos locales en propiedad en el centro de Madrid con una superficie de unos 400 metros cuadrados es un mérito muy grande de todos los zamoranos porque no siempre se ha estado aquí, antes la Casa Regional de Zamora estaba en el número 42 de la calle Atocha y después se trasladó a la actual ubicación en la calle Tres Cruces cuyo local se adquirió a mediados de los años setenta. Conseguir que sea propiedad nuestra es algo muy importante y se ha logrado gracias a que se ha luchado mucho y porque la gente tenía mucho arraigo con la institución. Yo creo, que es algo para estar muy orgulloso y tener presente que hay que cuidar de estas instalaciones.

–¿Cree entonces que ahora hay una falta de arraigo con la organización?

–Algunas personas te dicen que no saben ni que existe y otros que sí saben dónde está, pero que no van nunca. Después, hay gente que llama cuando quiere hacer algo en las instalaciones como presentar un libro, pero tienen que darse cuenta que aunque el local esté a disposición de los zamoranos, hay personas que luchan por mantenerlo día a día durante todo el año y que son todos los socios.

–¿Qué es lo que supuso la ambiciosa remodelación de las instalaciones de la sede que se realizó en el año 2021?

–La última remodelación que se había hecho fue en el año 1980 cuando se había hecho un pequeño lavado de cara, se había pintado y cambiado los baños, pero nada más. Así que fue una gran obra en la que se tiró todo abajo, se cambiaron las estructuras y se modificaron los espacios, quitamos las oficinas, incorporamos nuevos salones para reuniones, una área gastronómica... Fue mucho trabajo pero ver la Casa así ahora, como ha quedado de bonita, a mí me encanta ver todo ese gran potencial que tiene de esta forma.

–¿Cuáles son sus próximos proyectos para mostrar todo ese potencial y que la Casa consiga una mayor notoriedad?

–Tenemos varias ideas, por ejemplo, queremos que haya un equipo de gastronomía de Zamora que esté representado de manera más continúa. Ahora mismo solo se trabaja con encargo porque todavía no tiene la suficiente envergadura pero nuestro objetivo es poner productos de Zamora y una comida zamorana. Aunque haya también otros productos, lo que buscamos es ofrecer siempre un plato y un menú exclusivamente con los productos zamoranos más típicos.

Presentación Fromago en Casa Zamora Madrid

María Luz Uña en la presentación Fromago en la Casa de Zamora en Madrid / José Luis Fernández / LZA

–¿La Casa actualmente cómo se gestiona?

–La gestionamos, aparte de con las aportaciones de los socios y con actividades, con la ayuda de la Diputación Provincial de Zamora. La cuota de los socios mayores de 18 años es de 60 euros al año, mientras que los jóvenes de 12 a 18 pagan 20 euros anualmente y los menores de 11 años, 15 euros al año. También existe la posibilidad de que empresas o instituciones se hagan socios lo que es de una gran ayuda. Yo siempre he pensado que solo con que se hicieran socios todos los ayuntamientos de la provincia, sería un gran revulsivo para la organización...

–¿Qué ventajas tienen los socios?

–El acceso a las instalaciones, hay una sala que además es de uso exclusivo para los socios, también disponen de las instalaciones para organizar un evento particular como puede ser celebrar su cumpleaños, y la participación en las actividades que se organizan es gratuita o tienen descuento. Además, los socios cuentan con la ventaja de tener unos precios especiales en las consumiciones en el bar y el restaurante.

–¿Cuáles son las principales actividades que realizáis desde la Casa de Zamora?

–No se están haciendo tantas como queremos porque desde la pandemia a la gente le está costando volver. Es algo que también nos comentan desde la Federación de Castilla y León que pasa en otras Casas. Tenemos varias partidas de señoras los fines de semana, pero les está costando volver y algunos han cogido otras rutinas y hacen otras actividades en vez de venir a la Casa. La gente que venía también se ha hecho mayor y le da miedo coger el metro o el autobús. No obstante, si se llevan a cabo presentaciones de libros, conferencias, actuaciones... Por ejemplo, hace poco estuvo la escritora Lucía Arjona para presentar su novela, la Coral de Fuentesaúco también ofreció un concierto en el mes de mayo y ahora en junio, hemos podido disfrutar de la actuación de Climent y Ballarín a cuatro.

–Sin olvidar uno de los eventos más importantes que promovéis cada año que es el Pregón de la Semana Santa de Zamora en Madrid.

–Sí, es fantástico, viene muchísima gente y eso le da mucha vida y se promociona mucho la Semana Santa de Zamora aquí. Es algo que ha conseguido también que se conozca aún más y más personas se hayan animado a ir a Zamora a disfrutar de las procesiones.

Yo creo que ya he cumplido. Ninguno de los anteriores presidentes que ejerció el cargo ha estado tantos años

–Han tenido ya la asamblea este año ¿Qué temas se han tratado?

–El tema principal fue encontrar un relevo porque quiero dejar el puesto. Los que componemos la directiva actual llevamos 11 años y yo realmente estoy cansada porque es algo que hay que atender día a día y conlleva mucho trabajo que no siempre se ve desde afuera. Hay gente que se queja y cuestiona cómo se hacen las cosas, por lo que yo creo que debería entrar y asumir cargos para que puedan conocer realmente por dentro lo que conlleva porque al final son unas responsabilidades que no se ven y todos los que llevamos muchos años tirando para adelante de la organización, tenemos nuestra vida y nuestro trabajo y a esto le hemos dedicado muchas horas.

–¿Qué valoración hace de estos años como Presidenta?

–Yo creo que ya he cumplido. Ninguno de los anteriores presidentes que ejerció el cargo ha estado tantos años como los que yo llevo. Son muchos años en los que, por suerte, he contado con el importante apoyo de mi familia y, por supuesto, de toas las personas de la junta directiva como son el vicepresidente, Jeremías Barba Fraile; el secretario general, Santiago Sainz de Baranda Casado, la vicesecretaria, Mónica Vaquero Uña; y el tesorero, Carlos Abilio Pérez Alonso. Si olvidar a los vocales: Jeremías Diego Fraile, Julián Calvo Domínguez, Obdulia Ríos Peláez, Luis Felipe Palacios Arroyo, Sara Isabel Antón Peláez y Carmen Tapia del Arco.

–¿Cómo ves el futuro de la organización?

–A mí lo que me gustaría es que la Casa de Zamora en Madrid fuera a más porque eso es por lo que hemos luchado y por eso hemos hecho esta reforma tan bonita y no se puede perder este lugar en plena Gran Vía, me daría una pena enorme también por toda esa gente que la puso en pie en el año 1929 con el fin de que los zamoranos que se iban a Madrid tuvieran un lugar en el que reunirse. Por eso, me encantaría que la gente conociera esto más y se hicieran muchas más cosas.

–¿Qué visión se tiene de Zamora en Madrid?

–Siempre que amigos o compañeros de trabajo van a conocer a Zamora, vuelven encantadísimos. No se esperan lo que en realidad se encuentran. Hay mucha gente que pasa por la puerta y entra a pedirnos si tenemos algo de propaganda para ir a visitar Zamora y algunas veces no tenemos nada. Sería estupendo que tuviéramos más folletos de rutas, guías y actividades y fuéramos como una oficina de información también: la embajada de Zamora en Madrid.

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