Los vecinos de Morales del Vino se desplazan a piscinas anexas y dan por perdida la temporada

Un centenar de personas se han manifestado a las puertas del Ayuntamiento para exigir una "solución inminente" que permita reabrir el complejo

Algunos de los vecinos durante la protesta a las puertas del consistorio

Algunos de los vecinos durante la protesta a las puertas del consistorio / José Luis Fernández

Estefanía Vega

Con un escenario de lo más simbólico de fondo, los vecinos de Morales del Vino se congregaban a última hora de este martes ante el Ayuntamiento para exigir una “solución inminente” que pase por la reapertura de la piscina de verano y del resto de instalaciones que forman parte del complejo deportivo “Morales Sport”. 

Cerca de un centenar de vecinos respondían al llamamiento con pancartas colgadas a las puertas del edificio municipal que emulaban epitafios a los progresivos cierres de cada una de las instalaciones que componen el complejo gestionado por la empresa Primus Invictus. Un centro que incluye, además de la piscina estival, varias salas de fitness, ciclo Indoor, zona de relax, gimnasio, pistas multideporte y hasta dos piscinas interiores.

“Lo que pedimos es que unas instalaciones que son municipales estén abiertas”. Vecinos como Enrique Garrote recordaban que Morales se quedará por primera vez en décadas sin opciones de baño, lo que ya ha obligado a quienes no disponen de una piscina particular a desplazarse hasta Villaralbo o Moraleja, las alternativas más próximas. 

Estado actual de la piscina de verano de Morales

Estado actual de la piscina de verano de Morales del Vino / José Luis Fernández

Con todo cerrado y “sin previsiones de apertura”, son muchos los usuarios que ya dan por perdida la presente temporada, si bien instan a tomar decisiones alternativas a la espera de la resolución judicial. Un fallo que podría prolongarse en el tiempo negándole por un periodo incierto la oferta a los vecinos y abocando al deterioro de unas instalaciones que suponen un revulsivo para negocios anexos como el bar de la piscina, dependiente de las ganancias de estos dos meses y medio. “Es una cadena y si la piscina está cerrada, todo se ve afectado”. 

Un compromiso vecinal que se extiende más allá con la entrega de 650 firmas durante el Pleno extraordinario de la semana pasada, conformando cerca del 22% del censo municipal.

La clausura este mismo lunes del gimnasio, ya con el personal fuera de servicio, constata el cierre integral del centro cuyo conflicto estalló con la decisión por parte de la antigua Arcebansa de no reabrir la piscina climatizada, una vez levantadas las restricciones saniatrias impuestas por el COVID.

La manifestación ha contado con la presencia de los dos concejales socialistas así como de la alcaldesa y miembros del equipo de Gobierno a la espera de la sentencia firme del proceso que desestimaba íntegramente el pasado 12 de junio el recurso interpuesto por la concesionaria.