Una apuesta por el comercio local en Sanabria
Cryosanabria hace campaña por el consumo de proximidad
La propuesta de productos de kilómetro "cero" se enmarca en el Proyecto Libera
Mercado semanal, ayer en El Puente de Sanabria / Araceli Saavedra
La asociación Cryosanabria, dentro del Proyecto Libera, continúa con su campaña para fomentar el consumo en los pequeños comercios del mundo rural, en especial en Sanabria, donde la asociación tiene su área de acción.
Con el comienzo del verano la iniciativa apuesta por crear consumidores responsables que apuesten, tanto por los productos locales, como por los pequeños establecimientos de proximidad que siempre tratan al consumidor de una forma más humana y están cuando los necesitamos. Estos establecimientos, además, han sido vitales durante los meses de confinamiento.
Dentro de la campaña de Criosanabria se han colocado varios carteles en los propios establecimientos sanabreses para que las personas de Sanabria o las que vienen en verano realicen sus compras en la comarca.
La asociación se incide en que estos pequeños negocios rurales deben soportar una cuantía alta de impuestos frente a los grandes comerciantes. A esto hay que sumar que emplean a un mayor número de personas, son más estables aguantando temporadas menos rentables, no emplean a falsos autónomos, reciben menos ayudas públicas y ofrecen un trato cercano al consumidor.
Esta campaña se enmarca dentro del Proyecto Libera de Criosanabria residuos y kilómetro "0". La asociación elaborará folletos en papel y on-line y los repartirá y difundirá por redes sociales, prensa local, colegios, instituto, ayuntamientos, etc. para promover, dentro de esta campaña, la mínima generación de residuos y su correcto reciclaje, y el consumo de productos locales fomentando la participación ciudadana y la prevención para la conservación de la naturaleza.
El mercado
El mercado de El Puente de Sanabria se convertía en el primer termómetro del verano, en el primer lunes de vacaciones, y que registró una afluencia significativa de público y vendedores. Mayor número de puestos ambulantes en la plaza, público, pasillos entre los puestos concurridos y afluencia de coches eran la tónica de una mañana que se prolongó más allá de las dos de la tarde para comenzar recoger las mercancías. Y del abrigo al bañador.
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