Criosanabria promueve una campaña contra el vertido de colillas de tabaco

La asociación organiza actividades de voluntariado de limpieza en espacios naturales

Colillas recuperadas por Criosanabria en espacios naturales. | A. S.

Colillas recuperadas por Criosanabria en espacios naturales. | A. S.

La asociación Criosanabria recuerda el Día Mundial Sin Tabaco, el 31 de mayo, con actividades de voluntariado de limpieza en espacios naturales y lanzando campañas de sensibilización, en este caso sobre los problemas de las colillas. Esta nueva campaña contra este tipo de residuos está enmarcada dentro del Proyecto Libera.

Este tipo de residuos son pequeños y es inevitable que sean arrastrados a los desagües, por acción del viento o las lluvias, y terminen en arroyos, ríos y océanos con consecuencias negativas. Entre estas consecuencias hay que resaltar que al combustionar el tabaco del cigarrillo se generan 100 sustancias tóxicas, entre ellas cobalto, aluminio, arsénico, níquel, alquitrán, plomo y estroncio. Es por eso que existen los filtros de los cigarrillos, hechos de acetato de celulosa que tienen por función evitar que algunos de los tóxicos lleguen a los pulmones del fumador.

Esos componentes tóxicos quedan en las colillas que, al arrojarse a la calle (un mal hábito que nadie parece considerar de gravedad y que todavía sigue siendo muy elevado), terminan contaminando nuestro ambiente, en especial nuestros ríos y lagos que luego aprovechamos sus aguas para beber o regar. Tanto es así que cada colilla puede contaminar entre 40 y 1.000 litros. En el caso que estos residuos queden en la tierra, su efecto también es negativo porque alteran su pH y composición, afectando e impidiendo la vida de microorganismos, insectos y animales. Como si fuera poco hay riesgo de que ingresen al cuerpo de forma indirecta a través de la cadena alimentaria y provocar efectos adversos en la salud.

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