El botijo de Faúndez a la portavoz de IU en la Diputación de Zamora: "No es un soborno"

El presidente de la Corporación provincial y la diputada Laura Rivera protagonizan la anécdota del pleno provincial

El presidente de la Diputación entrega el botijo de Moveros a la diputada Laura Rivera.

El presidente de la Diputación entrega el botijo de Moveros a la diputada Laura Rivera. / José Luis Fernández

Un botijo de Moveros es el regalo que, atendiendo a una promesa realizada, entregó el presidente de la Diputación de Zamora, Javier Faúndez, a la portavoz de IU en la Corporación provincial, Laura Rivera. El regalo se lo dio con luz y taquígrafos, al inicio del pleno provincial celebrado este viernes y delante de todos los diputados y asistentes a la sesión plenaria.

Minutos después, en el debate de uno de los puntos del orden del día, Rivera aprovechó que se llevaba una cuestión referida al agua, concretamente a su depuración, para constatar públicamente que el presidente de la Diputación "los compromisos personales, los cumple" como es el caso del botijo de Moveros que le prometió. También aclaró que ese obsequio "no es un soborno" y lo del botijo "no tiene nada que ver" con que ella y su grupo de IU votaran a favor de que se incremente en 250.000 euros, hasta los 950.000, el dinero disponible para el convenio de depuración de aguas residuales en localidades con menos de 500 habitantes equivalentes.

Tras la anécdota del pleno provincial de este mes de julio, el presidente de la Corporación provincial aclaró que Zamora era pionera en la firma de ese tipo de convenios con la Junta de Castilla y León para instalar sistemas de depuración de aguas residuales en pequeños municipios. Detalló además que ya están seleccionados los ayuntamientos que se beneficiarán de ese convenio gracias a la comisión de seguimiento que se ha creado, lo que permitirá que "en la medida de nuestras posibilidades seguiremos resolviendo esos problemas de depuración".

No fue la única anécdota del pleno, ya que también existió un problema con el sistema de votación. El diputado socialista Ángel Calleja tuvo que ausentarse, pero a partir de entonces, en las votaciones el voto de otro de los diputados socialistas, Ángel Villar, aparecía como el suyo por "un problema de cambio de cables" en los botones de votación.

Una dificultad que, para evitar problemas, se quiso resolver con el doble voto por parte de Villar, que a partir de la constatación de esa incidencia, se le pidió que por una parte expresara su sufragio pulsando al botón telemático y a la vez levantara su mano para dejar constancia del signo de su voto. Todo ello hasta que cuando se debatían las mociones Ángel Calleja regresó al pleno y todo volvió a la normalidad.

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