La mercería zamorana Fonseca luce sus mejores galas en estas Fiestas de San Pedro

"Ya no quedan mercerías como las de antes, de las de toda la vida" repetía mi abuela, y no le faltaba razón. El pequeño comercio resiste, invatible, al paso de los años y del tiempo, de los que van y vienen. En Zamora, escondida en pleno centro de la ciudad, en la Calle Cortinas de San Miguel, nos encontramos un negocio "de los de antes", de los que perdura y resiste en el tiempo. Mercería Fonseca es un negocio familiar, de los que pasan de padres a hijos y de hijos a nietos. En su escaparate, entre los boliches e hilos, podemos apreciar que nos encontramos ante un negocio muy especial y singular.

Entre sus puntillas, encajes, pasamanerías, galones y cintas se encuentra el propietario del negocio, Isidoro Prieto, y su mujer, Toñi Fonseca, junto la que lanzó en negocio y decidió abrir la tienda en 1978. El negocio tiene relevo, su hija Inma, que desde muy jovencita su padre le dijo que "tenía que ir a aprender corte y confección" y añade que tras dar clases, empezó a trabajar. 

La histórica mercería Fonseca, con hilo para rato: Inma tomará las riendas cuando Isidoro se jubile

Zamora es una ciudad de contrastes y, en estos días que corren, lo habitual es ver más negocios ccon el cartel de "cerrado" que abierto. Mercería Fonseca se mantiene y con motivo de las Ferias y Fiestas de San Pedro y, a lo largo de esta semana, tendrán a la entrada de la tienda una pequeña exposición con reliquias del pasado. Desde libros antiguos (si, de esos que tienen las hojas amarillentas del paso imperturbable del tiempo) o botijos que nuestros abuelos llevaban al campo para refrescarse tras una larga jornada al sol, a fotos en blanco y negro de Zamora. La exposición incluye una exposición de carteles de corridas de Toros en las Ferias y Fiestas de San Pedro de Zamora en 1934. ¡Digna de museo!