Las hospitalizaciones provocadas por el calor se disparan en Zamora en la última década

Los ingresos por enfermedades causadas por altas temperaturas crecen un 14,6% en la provincia, el segundo mayor incremento de toda España, solo por detrás de Zaragoza

Una pareja pasea bajo el sol en manga corta, uno de ellos, protegido con una visera. | Jose Luis Fernández

Una pareja pasea bajo el sol en manga corta, uno de ellos, protegido con una visera. | Jose Luis Fernández

V. Raffio / B. Blanco García

El avance de la crisis climáticaestá dando lugar a veranos cada vez más tórridos en España. Esto, junto a la llegada de olas de calor más frecuentes y extremas, genera un impacto directo en la salud de la población española. Un análisis de ISGlobal, que analiza 48 provincias, muestra cómo los extremos del termómetro han ocasionado un aumento de los ingresos hospitalarios en toda España durante la última década. Sobre todo, entre niños menores de un año y personas de más de 85.

Zamora ha registrado en estos diez años un incremento de las hospitalizaciones del 14,6% durante los meses de calor, uno de los porcentajes más acentuados del país. De hecho, solo existe una provincia con mayores alzas: Zaragoza, que ha subido un considerable 16,6%. Por detrás de la provincia zamorana se sitúan en este ranking Barcelona, con un 13,5%; Badajoz, con un 13,4%, Álava, con 13,2% y Cáceres, con un 13%.

Hace años que la comunidad científica viene advirtiendo de los riesgos de la temperatura extrema para la salud humana: aumenta la posibilidad de golpes de calor y el propio ambiente actúa como disparador o acelerador de enfermedades preexistentes. El análisis apunta a que el conjunto de ingresos por todo tipo de enfermedades aumenta en España alrededor de un 10% en los meses más tórridos.

Un hombre combate el calor comiendo un helado. | Jose Luis Fernández

Un hombre combate el calor comiendo un helado. | Jose Luis Fernández / V. Raffio / B. Blanco García

El pasado verano en Zamora se registraron nada menos que cuatro olas de calor, la primera de ellas del 9 al 12 de julio, mes en el que se registró la primera muerte por un golpe de calor y donde los termómetros alcanzaron sin problema los 37 grados de temperatura. Fue un verano muy cálido, según el balance que realizó la Agencia Estatal de Meteorología de Castilla y León, que registró en Zamora una temperatura media de 23,9 grados, la mayor de todas las capitales de la Comunidad y dos grados por encima del promedio autonómico. Además, si se tiene en cuenta la media del periodo comprendido entre 1991 y 20202, que arroja 22,1 grados, el dato de 23,9 desvela que también es muy elevado, en comparación.

Además del calor, el verano de 2023 se recordará por la humedad, con un total de 73 litros de lluvia en junio, julio y agosto, que significó 24 libros más que la media de las últimas tres décadas, con 49 litros. Sin embargo, concretamente en julio no cayó ni una gota, al igual que los mismos meses en 1909, 1910, 1948 y 1986.

Agosto, por su parte también batió récord de temperatura, alcanzando los 41,1 grados el día 22 y 41 al día siguiente.

Un hombre se hidrata en la calle bebiendo agua. | Jose Luis Fernández

Un hombre se hidrata en la calle bebiendo agua. | Jose Luis Fernández / V. Raffio / B. Blanco García

Volviendo al análisis de ISGlobal, los registros apuntan a que las enfermedades que más empeoran con las altas temperaturas son las derivadas de la obesidad, cuya incidencia se dispara un 97,8%. Los especialistas que han liderado es- te estudio, encabezados por el investigador Hicham Achebak, sugieren que podría deberse a que las personas obesas tienen más problemas para regular su temperatura corporal, en tanto que "la grasa actúa como aislante". Asimismo, los ingresos por insuficiencia renal aumentan un 77,7% en veranos muy calurosos. Las hospitalizaciones por infecciones urinarias se incrementan un 74,6%. Y las infecciones por sepsis, que en los cuadros más graves pueden resultar mortales, suben un 54,3% en los meses de calor.

Diferentes patologías

Los casos de intoxicación, tanto por fármacos como por otras sustancias no medicinales, aumentan un 47% cuando los termómetros marcan valores extremos. Las enfermedades respiratorias y los diagnósticos más graves de bronquitis suben entre un 27% y un 31%. Y los ingresos hospitalarios por trastornos mentales y del comportamiento, ya sea por esquizofrenia o por depresión, se incrementan alrededor de un 28%.

Dos personas, sentadas a la sombra en un banco. | Jose Luis Fernández

Dos personas, sentadas a la sombra en un banco. | Jose Luis Fernández / V. Raffio / B. Blanco García

En la mayoría de los casos, todavía se desconoce cómo el calor consigue desencadenar resultados tan adversos pero, según explican los expertos, parece que tiene que ver con la forma en la que nuestro propio cuerpo regula su temperatura. Hay estudios que apuntan a que cuando los termómetros superan un cierto umbral de calor extremo, el organismo entra en una especie de "estado crítico" en el que se dispara el metabolismo y se pone en marcha toda la maquinaria para intentar reducir la temperatura interna.

Según el estudio por ISGlobal, en colaboración con expertos del Instituto Nacional de la Salud y la Investigación Médica (Inserm) de Francia, el calor extremo impacta de forma diferente en hombres y en mujeres. Los registros muestran que en los días más calurosos los hombres tuvieron un mayor riesgo de hospitalización por lesiones, mientras que las mujeres se vieron más afectadas por enfermedades parasitarias, endocrinas y metabólicas, respiratorias o urinarias. "Los mecanismos de sudoración de las mujeres se activan más tarde y a partir de un umbral más alto de calor" y, por lo tanto, son más susceptibles de sufrir daños cuando llegan episodios de calor extremo.

Ojo a niños y ancianos

En el caso de los menores, la elevada actividad física —bajo el sol—, la posible falta de medidas de protección, como la ingesta de agua, y las propias características metabólicas de la edad pueden exponerlos a un mayor riesgo de sufrir un golpe de calor.

Una pareja disfruta del sol en los Pelambres. | Jose Luis Fernández

Una pareja disfruta del sol en los Pelambres. | Jose Luis Fernández / V. Raffio / B. Blanco García

En el caso de los ancianos, en cambio, preocupa sobre todo la acumulación de enfermedades crónicas, el efecto de la medicación, la reducción de la propia capacidad de producir sudor o factores como la disminución de la sed, que a su vez aumenta el riesgo de deshidratación.

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