España tendrá un millón de enfermos de alzhéimer en el año 2050, el doble que en la actualidad, si los investigadores no encuentran antes una cura para esta enfermedad. Así lo aseguró el jefe del servicio de neurología y neurofisiología del complejo hospitalario Ruber-Quirón, Marcos Llanero, durante su conferencia magistral en el marco del congreso internacional de "silver economy" que se está celebrando durante estos días en el Teatro Ramos Carrión de Zamora. El progresivo envejecimiento de la población acarreará también un incremento de las demencias, según el experto, que aseguró que se trata de "una plaga a nivel mundial".

Llanero indicó también que, a partir de los 80 años, el riesgo de sufrir alguna demencia es"extremadamente frecuente" y afecta al 30% de la población. De ahí que el aumento de la esperanza de vida dibuje una sociedad con más personas afectadas por estas patologías: "El cerebro se va deteriorando y, de momento, no sabemos cómo frenar esa invasión", reconoció el neurólogo, que afirmó que "el nivel educativo es preventivo frente a enfermedades como el alzheimer".

Del mismo modo, Marcos Llanero alertó de la presencia de personas enfermas no diagnosticadas: "Mucha gente no se da cuenta de que ciertas cosas no son normales. Esos despistes no son intrínsecos a la edad. Siempre hay algo patológico", apuntó el experto, que citó un estudio realizado en Leganés y que revelaba que, por cada paciente detectado podría haber más de tres ocultos entre la población.

Por otro lado, el neurólogo subrayó que las demencias "son una de las causas más importantes de dependencia" y generan "un gran impacto social". "También alteran la calidad de vida y provocan un aumento de la mortalidad", añadió Llanero, que insistió en la importancia de reclamar ayuda cuando "aparecen los primeros síntomas".

En cuanto a los tratamientos actuales, a pesar de que aún no se ha encontrado una cura definitiva para enfermedades como el alzhéimer, Marcos Llanero aseguró que "el tratamiento sintomático es útil", e hizo énfasis en el trabajo médico ante escenarios "muy complicados" en los que "cada persona es un mundo".

Ya centrado en los estudios y en las investigaciones más recientes, Llanero citó las frustraciones que han sufrido los expertos en los últimos años: "Cuando creíamos que ya teníamos la clave y que todo iban a ser senderos de gloria hasta ganar el Nobel, acabamos en fracaso", lamentó el neurólogo.

De hecho, el especialista afirmó que "solo hace tres meses, la comunidad investigadora era altamente pesimista" ante la posibilidad de hallar pronto un fármaco que permitiera poner fin al alzhéimer a corto plazo: "Pero unos chinos han realizado un descubrimiento y han desarrollado un medicamento a base de algas marinas que parece ser que mejora el pronóstico de los pacientes", anunció Llanero.

Esta novedad, unida a la evolución de otro estudio realizado en occidente, permite albergar esperanzas de que "se le pueda dar la vuelta a la tortilla". Mientras tanto, "sigue siendo útil que los pacientes acudan a la consulta", según el experto, que sigue pendiente de la llegada de "un tratamiento efectivo" para la cura de esta patología.