Un coche bomba, en un atentado organizado por la banda terrorista ETA, le arrancó las dos piernas el 10 de noviembre de 1995 en Salamanca. 23 años después, el comandante Juan José Aliste asiste a la disolución de la organización criminal, anunciada para el 4 de mayo, como "un paso más en su parafernalia" donde el mensaje de perdón de hace poco más de una semana "ahora no tiene mucho sentido para las víctimas". Denuncia además que "el terrorismo de ETA se ha reciclado porque ha visto que era más rentable entrar en las instituciones", así como la "dejadez" del Gobierno ante casos de "enaltecimiento del terrorismo". Sin embargo, matiza que "hay que entender ciertas cosas que, aunque molesten y duelan, quizá el Estado tenga que hacer", y reconoce que a nivel regional, las víctimas han estado "apoyadas totalmente por el Gobierno y los distintos partidos políticos".

-Primero llegó el comunicado de perdón y ahora la presumible disolución de ETA. Desde la Asociación de Víctimas del Terrorismo de Castilla y León, ¿se creen estos pasos dados por la banda terrorista?

-Ni los creemos ni los dejamos de creer. Es un paso más en su parafernalia, en su teatro, y tenían que llevarlo a cabo. A lo mejor, dándole tanta importancia a que solo pidan perdón a una parte, le estamos haciendo la bola a ellos también. Pero está claro que todo esto lo habían previsto para seguir estando en el candelero.

-Precisamente, su primera reacción fue calificar el comunicado de ETA como una forma de pedir perdón "rastrera" y "con condiciones" por solo pedirlo a parte de las víctimas. ¿Se reafirma en lo que dijo?

-Sí, claro. Pedir perdón de esa manera no es pedir perdón. Además, que pidan perdón ahora no tiene mucho sentido para las víctimas. Sí para ellos, porque la Justicia y el Gobierno les pedían el perdón para negociar el acercamiento de los terroristas. Para ellos tiene mucho sentido e interés. Pero sigue siendo una manera de pedir perdón muy rastrera.

-¿Qué le han comentado durante estos días el resto de víctimas tras el comunicado de ETA?

-Están en la misma línea. Pensamos que llega muy tarde para las víctimas, y todos los comunicados de las asociaciones van en el mismo sentido. A los únicos que beneficia este perdón es a ellos, y les va a servir para que el Gobierno y la Justicia consideren que han perdido perdón.

-¿Se sienten engañados?

-No cabe duda de que ETA siempre ha estado engañando. Quien pudiera sospechar que alguna vez no iban a engañar, estaba en un limbo.

-Y, ¿olvidados por la sociedad ante estos últimos pasos?

-No, yo creo que la sociedad, por suerte, no nos ha olvidado. Pero es muy tendente a olvidar las cosas. Cuando no hay algo en el candelero, somos dados a olvidarlo. Yo creo que hay que dar pasos para que no se olvide que ha habido un terrorismo, este de ETA, que se ha reciclado porque ha visto que era más rentable entrar en las instituciones. De hecho, estamos viendo que están gobernando en muchos sitios de País Vasco y Navarra, y en otros sitios hay grupos políticos que les han hecho la ola. Aunque no haya asesinatos, quienes eran y apoyaban a los terroristas ahora están en las instituciones.

-¿Qué esperan del acto de disolución programado para el próximo 4 de mayo?

-Otra parafernalia, otra puesta en escena donde llaman a mediadores internacionales que dicen que están para eso, pero no sacamos nada. Por suerte, lo que es la banda terrorista que asesinaba ya desapareció hace bastante tiempo.

-¿Cree que el Gobierno cederá y acercará a los terroristas presos a las cárceles vascas y navarras?

-Tengo que decir que todo esto, por desgracia, no viene de ahora, sino que viene de hace mucho tiempo y varios gobiernos. Una negociación del Gobierno con la banda terrorista no sale así porque sí. La última fue en 2011 con Zapatero, y ahí ya se debieron definir unas líneas de actuación con las que, por suerte o por desgracia, el Gobierno ha seguido adelante. Como víctima del terrorismo, me fastidia mucho que se negocie con ETA, pero a nivel de Estado hay que entender ciertas cosas que, por mucho que nos molesten y duelan, el Estado quizá tenga que hacer. Aunque como víctima, no estoy de acuerdo con ello, por ejemplo con el acercamiento de los presos o con que les den unos beneficios penitenciarios por dejar de matar. Lo hemos estado viendo de una manera sutil, cómo han ido saliendo de la cárcel y cómo van a seguir saliendo. Estamos viendo además cómo el Gobierno central no está haciendo lo suficiente para parar los homenajes a estos terroristas en sus pueblos o sus barrios, no toma la iniciativa para parar estas cosas cuando hay leyes que podrían aplicarse por enaltecimiento del terrorismo. Estamos viendo mucha dejadez del Gobierno en ese sentido que vete a saber si fue lo que tuvieron que asumir en esa negociación.

-A nivel regional, ¿también se han sentido defraudados con el Gobierno o con algún partido político en particular?

-A nivel regional, la verdad es que estamos apoyados totalmente por el Gobierno. Y con los distintos partidos políticos tengo una relación con ellos por la aprobación de Ley de Víctimas del Terrorismo de Castilla y León. En ese sentido, se portaron de una manera muy gentil, puesto que lo único que pretendíamos era que, si se aprobaba la Ley, se aprobara por todos, sin nadie en contra. Eso se consiguió, así que a nivel regional no tengo nada en contra de ningún partido político, estamos agradecidos en ese sentido. Otra cosa es que a parte de esos partidos, a nivel nacional, se les vea codeándose con exdirigentes terroristas y hagan manifestaciones que cuesta mucho aceptar. Hay una sensación de que hay ciertos partidos que están más a gusto junto a terroristas y asesinos que con el resto de la sociedad. Cada uno tiene sus ideas, pero que estén con los terroristas o los asesinos no tiene nuestra aceptación.

-¿Qué sienten al ver los homenajes que se hacen en determinados lugares de Navarra o País Vasco a los miembros de ETA?

-A nivel individual, sobre todo para los familiares a los que esos individuos asesinaron o atentaron contra ellos, se nos vuelve a revolver todo y a recordar lo que sucedió. Se nos revuelven las tripas. En general, a todos los que hemos sufrido el zarpazo del terrorismo, pero no te quiero decir nada a quienes lo sufrieron directamente por esos individuos. No es agradable.

-¿Consideran que se podría hacer más para parar estos actos?

-No sé si las leyes que hay son suficientes para pararlas, creo que sí, pero no estoy capacitado para decir al Gobierno lo que tiene que hacer. Nos gustaría que esos homenajes no se realizaran lógicamente. No nos gustan los homenajes a terroristas.

-En ese sentido, ¿cómo están viviendo lo acontecido en Alsasua? Como víctimas de terrorismo, ¿lo consideran un acto terrorista?

-No cabe ninguna duda: es un acto terrorista. Que un grupo enorme de personas vaya y apalee a las dos parejas, sobre todo a ellos por ser guardias civiles, debiera de entrar dentro de lo que entendemos por atentado terrorista.

-¿Qué se puede y debe hacer para salvaguardar la memoria de las víctimas del terrorismo?

-La Ley nacional, y en particular la de Castilla y León, recoge charlas en los colegios realizadas por las víctimas de terrorismo. La pasada semana, de hecho, hubo un pequeño curso de formación para empezar en Castilla y León. Eso es bastante importante, poder ir a los colegios, porque los chicos jóvenes saben de terrorismo pero para ellos no ha existido este terrorismo de ETA.