María España Sánchez Garrido nació en Santa Eulalia de Tábara en plena Guerra Civil. En el pueblo natal de su padre, militar de profesión, se había refugiado la familia que vería nacer en el pueblo además de a Españita, como la llamaba su familia, a Resu, las dos hijas mayores de un total de siete hermanos. Terminada la Guerra, los Sánchez Garrido se instalaron en Valladolid. Cuando María España era una joven estudiante en la capital pucelana conoció a Francisco Pérez Martínez, el que pasaría a la posteridad como Paco Umbral, que por entonces comenzaba a colaborar en "El Norte de Castilla", a las órdenes de otro gran escritor, Miguel Delibes. El futuro profesional de ella también se encuentra vinculado al periodismo, ya que ejerció como fotógrafa para "El País".

Aquel encuentro fue definitivo. Se casaron en 1959 y ya no se separarían nunca. María España consagro su vida a Umbral, «hasta se sacó el carné de conducir para poder llevarle de un lado a otro porque él no sabía, incluso se hizo fotógrafa por él», afirman familiares de la viuda que residen en Zamora.

María España Suárez Garrido apenas ha tenido, en estos años, contacto directo con Zamora, si bien mantiene relación con su extensa familia en la provincia: numerosos primos, ya que la familia de su padre eran diez hermanos, que hoy recuerdan a la Españita que paseaba por las calles de Santa Eulalia, «era muy guapa», afirman.

En la última ocasión en que Umbral visitó Zamora para pronunciar una conferencia en el Colegio Universitario se produjo uno de los últimos contactos entre la esposa del premio Cervantes y sus parientes en la capital zamorana.

Sin duda, el momento más difícil que atravesó la pareja fue la muerte de su único hijo, "Pincho", cuando apenas tenía seis años de edad, a causa de una leucemia. Pero la tragedia pareció reforzar ese vínculo que les ha mantenido unidos hasta la muerte, la madrugada del martes, del escritor.

Otra viuda de un ilustre zamorano, Clara Miranda, tenía ayer palabras de pésame para María España Suárez Garrido. «Eramos de la misma generación, nos conocimos de jóvenes y nos casamos al mismo tiempo, aunque luego nos separamos, cada uno por su lado. Pero sí me consta que era un matrimonio muy unido». Aunque siempre prefirió quedar en un segundo plano, a la zamorana se la pudo ver en determinados acontecimientos al lado de su marido, como la boda de los Príncipes de Asturias, y en eventos vinculados directamente a Zamora como las jornadas gastronómicas que, años atrás, celebró el Patronato de Turismo de la Diputación de Zamora, en compañía de la doctora zamorana María Angeles Grajal.

Pedro J. Ramírez, director de "El Mundo", periódico con el que colaboraba Umbral, aseguraba ayer que, poco antes de morir, el columnista intentó dictarle el que hubiera sido su último artículo. Hoy, María España tendrá que despedir definitivamente al que ha sido su compañero inseparable en medio siglo de intensa vida.