Más músculo zamorano en la Junta

Zamora gana peso en el Ejecutivo autonómico con la vicepresidencia y consejería de Familia y la de Industria

Isabel Blanco y Alfonso Fernández Mañueco en el Comité Ejecutivo del PP de Castilla y León, anoche.

Isabel Blanco y Alfonso Fernández Mañueco en el Comité Ejecutivo del PP de Castilla y León, anoche. / Ical

Carlos Gil Andrés

Carlos Gil Andrés

La crisis abierta por la salida de Vox de los Ejecutivos autonómicos que compartía con el Partido Popular ha servido para que Zamora gane peso en la Junta de Castilla y León, después de que Alfonso Fernández Mañueco apostara por su consejera de Familia, la zamorana Isabel Blanco, para convertirla en su mano derecha en la vicepresidencia autonómica y recurriera a la delegada territorial de Zamora, Leticia García, para ponerla al frente de Industria, Comercio y Turismo, un área dirigida por Mariano Veganzones, caracterizada por la ruptura del diálogo social y sus ataques a los parados, además de otras polémicas, como por ejemplo con el Ayuntamiento de Zamora a cuenta de las subvenciones de los planes de empleo.

Isabel Blanco tiene un perfil completamente diferente su antecesor en el cargo, el líder regional de Vox, Juan García Gallardo.

De hecho la zamorana se caracteriza por ser una política a la que nunca le ha gustado el exceso de ruido y con una gestión al frente de la Consejería de Familia que le ha permitido al presidente Mañueco sacar pecho cuando tiene que poner un ejemplo de cómo va la comunidad, o la eficacia en la atención a los colectivos vulnerables, desde mayores a familias necesitadas.

La gestión en materia de Servicios Sociales, avalada por distintos rankings, o los gestores de centros residenciales, la eficacia en la aplicación de la Ley de Dependencia, su desarrollo de políticas en favor de la mujer, los avances en atención a las personas mayores e incluso sus declaraciones favorables a que la comunidad cumpla con sus compromisos en materia de inmigración y menores no acompañados, han permitido colocar a Castilla y León como una región puntera en estos ámbitos y dar un marchamo de centralidad a un Ejecutivo con tendencia a virar a la derecha empujado por la acción política de Gallardo y los suyos.

Isabel Blanco, en primera fila, escucha cómo Mañueco pronuncia su nombre para la vicepresidencia. | JCyL

Isabel Blanco, en primera fila, escucha cómo Mañueco pronuncia su nombre para la vicepresidencia. | JCyL / JCyL

Blanco es además una mujer preparada que Mañueco puede tener a su lado con lealtad absoluta, un valor también en los tiempos políticos que corren.

Aunque la decisión, ciertamente, ha tenido que ser precipitada, porque nadie podía suponer que el Gobierno autonómico saltara por los aires, al menos hasta lo que parecía ser una bravata de Santiago Abascal que se ha convertido en amenaza real, y cumplida, tampoco ha resultado nada extraño que la figura de Isabel Blanco haya experimentado este ascenso hasta el número 2 del Ejecutivo autonómico manteniendo, además, la cartera de Familia.

Hasta ahora, de hecho, las vicepresidencias de la Junta solían ser para consejeros con área y el caso excepcional, esa suerte de "ministro sin cartera" era el de Gallardo, guardián de las esencias políticas de Vox en Castilla y León.

Junto con la Educación, los Servicios Sociales son de las áreas más "exportables" de la gestión política de un Mañueco que ahora podrá gobernar el solitario, aunque necesariamente tendrá que pactar con sus hasta ahora socios en el Parlamento autonómico. Está por ver sin las exigencias de los verdes serán mayores una vez fuera del Ejecutivo que cuando estaban gobernando juntos, debido a que, desde dentro, se tiene más influencia pero también se ven las dificultades prácticas de las cosas.

La sorpresa: Leticia García a Industria

Más inesperada ha sido seguramente la designación de Leticia García Sánchez como consejera de Industria, Comercio y Turismo. Mañueco ha mirado a Zamora (como lo ha hecho a Segovia para Movilidad) para resolver lo que seguramente haya sido la "patata caliente" de su mandato, el departamento que dirigía Mariano Veganzones. Mujer con gran capacidad de trabajo, llegaba a la Delegación Territorial de Zamora para dar un impulso a la acción política del Gobierno regional en la provincia. Antes de llegar a las Cortes estuvo muchos años al frente de la Jefatura de Industria, Comercio y Turismo en Zamora y por tanto conoce bien el área que ahora le corresponderá gestionar a nivel autonómico.

Mariano Veganzones, su antecesor en el cargo, ha sido el ariete de Vox frente a los sindicatos, de tal suerte que lo que se conoce como diálogo social se ha mantenido sin cambios en las consejerías reponsabilidad del PP, pero ha sufrido un importante deterioro en las áreas de Vox, especialmente la que era resposabilidad del vallisoletano. Retiró subvenciones a sindicatos y empresarios, remodeló la formación para sortear a los agentes sociales, infrafinació el Servicio de Relaciones Laborales y se las tuvo tiesas con ayuntamientos como el de Zamora, a cuenta de los recortes en los cursos de formación. Además "quemó" varios altos cargos en puestos clave, como la dirección del Ecyl, el servicio público de empleo.

Las declaraciones de los directores generales sobre los parados, que llegaron a verbalizar que había gente cobrando ayudas por estar sentados en el sofá, levantaban sarpullidos también en el Gobierno autonómico, cuyo portavoz salía como podía de las preguntas sobre este tipo de afirmaciones para desmentirlas, pero a la vez sin ofender a los compañeros de la consejería del otro socio de Gobierno.

Leticia García, en una visita de Mañueco a Zamora. | J. L. F. (Archivo)

Leticia García, en una visita de Mañueco a Zamora. | J. L. F. (Archivo) / Carlos Gil Andrés

Aparte del papel que debe jugar en la política autonómica y las relaciones con los sindicatos, Leticia García tendrá también en su mano el impulso del polígono industrial Zamora Norte, en Monfarracinos, la joya de la corona de las promesas de Mañueco para la provincia y eje fundamental de la estrategia Impulsa Zamora para los próximos años.

Una dificultad añadida para Leticia García es que debe conformar un equipo que se encargue de ejecutar las políticas desde las direcciones generales y la gerencia del Ecyl y dada la premura de tiempo con el que se va a tener que acoplar al cargo no va ser tarea fácil.

Peso sin parangón

Las incorporaciones de Isabel Blanco y Leticia García al Consejo de Gobierno van a colocar a Zamora con un peso que no tenía desde los tiempos de Rosa Valdeón, que también llegó a ser vicepresidenta autonómica a la sombra de Juan Vicente Herrera, un ascenso que vino, como en el caso de Blanco, tras una gran labor al frente de la Consejería de Familia.

Jesús Julio Carnero, consejero de Agricultura y posteriormente de Presidencia es zamorano, aunque políticamente su peso procede de Valladolid. Y Josefa García Cirac fue consejera de Cultura y Turismo de 2015 a 2019. Encontrar más consejeros obliga a retroraerse al "pleistoceno" de la política autonómica, con un José Luis González Vallvé como figura destacada a quien seguramente no se le dejó sacar todo su potencial.

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