Héroes en perpetuo recuerdo

La Policía Nacional de Zamora rinde homenaje a los tres compañeros asesinados por ETA en los años ochenta y noventa

Familiares de los tres zamoranos asesinatos por la banda terrorista ETA, reciben el homenaje. | Jose Luis Fernández

Familiares de los tres zamoranos asesinatos por la banda terrorista ETA, reciben el homenaje. | Jose Luis Fernández

Beatriz Blanco García

Beatriz Blanco García

Tres nombres propios que duelen especialmente entre los 188 agentes asesinado por ETA. Son los policías zamoranos a los que la banda terrorista arrebató la vida demasiado pronto y cuya memoria está muy presente no solo entre sus familiares y amigos, sino también entre los compañeros de la Policía Nacional de la comisaría zamorana, que ayer participaban en un sentido homenaje en el salón de actos del Museo Etnográfico de Castilla y León.

El comisario jefe Guillermo Vara fue el encargado de recordar a estos agentes, comenzando por Juan Seronero Sacristán, asesinado en Rentería cuando tenía 35 años. Junto a otros cuatro compañeros —tres vestidos de uniforme y otros dos de paisano— se desplazo a un caserío para almorzar mientras eran vigilados por la banda terrorista. Cerca del local donde habían compartido mantel, el coche de los terroristas y el de los policías se vieron envueltos en un fuego cruzado y dado lo accidentado del terreno y la escasa visibilidad, fueron un objetivo fácil.

El zamorano, junto con otro compañero, falleció al momento y dos policías más fueron heridos de gravedad y murieron horas más tarde. "Solo un policía sobrevivió, tras una recuperación de casi nueve meses", apuntó el comisario.

Un momento del homenaje. | Jose Luis Fernández

Un momento del homenaje. | Jose Luis Fernández / B. Blanco García

El 27 de marzo de 1983 a la trágica lista se unía Aniano Sutil Pelayo, nacido en La Hiniesta, que estaba destinado en San Sebastián y tenía solo 27 años. Era la una de la madrugada y un aviso por teléfono de la colocación de una bomba en un comercio de barrio movilizó a una patrulla. Localizaron el artefacto, pero aunque en un primer momento la opción era hacer estallar la bomba distancia, la estrechez de la calle, rodeada de inmuebles, hizo descartar esa idea y el zamorano, junto a un compañero, se acercaron para desactivarla ellos mismos. Cuando estaban estudiando cómo neutralizar el artefacto, se produjo la explosión que alcanzó al zamorano e hirió gravemente a su compañero, quien sufrió la amputación de una pierna.

También en San Sebastián, pero nueve años después, ocurrió el tercer asesinato de ETA a un zamorano, Ricardo González Colino, de Cerezal de Sanabria. Allí prestaba servicio de radiopatrulla en las unidades de Seguridad Federal. Fue asesinado mientras jugaba una partida de cartas con unos amigos en un bar, un etarra le disparó a la cabeza.

"El conjunto de la sociedad española ha estado amenazada, pero determinados colectivos han sufrido su crueldad con mayor ensañamiento. Uno de ellos son las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y las Fuerzas Armadas. Nuestros compañeros caídos, policías nacionales, guardias civiles, policías militares y miembros de la judicatura han pagado un alto precio por proteger y fortalecer los cimientos de nuestra sociedad", apuntó el comisario durante un acto que también quiso servir de apoyo a los familiares de todas las víctimas.

El salón de actos del Etnográfico se llenó para recordar a los compañeros asesinados. | Jose Luis Fernández

El salón de actos del Etnográfico se llenó para recordar a los compañeros asesinados. | Jose Luis Fernández / B. Blanco García

El homenaje se realizó en el Museo Etnográfico, "que conserva y da a conocer la memoria de los pueblos, recogiendo las tradiciones y costumbres de cada región, con el objetivo de que no se olviden, como precisamente es el objetivo de este acto, recordando a todas y todos los policías nacionales que dieron su vida en acto de servicio. Su recuerdo, su entrega y su sacrificio nos han de servir de estímulo permanente y nuestra deuda con las víctimas y sus familias solo puede verse ligeramente consolada con el homenaje y reconocimiento diario", finalizó el comisario Vara.

En este acto de conmemoración del Día de las Víctimas del Terrorismo en la Policía Nacional también estuvo presente el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco García, quien calificó de "héroes" a los tres fallecidos, como grandes servidores públicos, a la que vez que agradeció la presencia a los familiares, a quienes trasladó su respeto y admiración.

El subdelegado del Gobierno, Ángel Blanco. | J. L. F.

El subdelegado del Gobierno, Ángel Blanco. | J. L. F. / B. Blanco García

Blanco recordó que España ha padecido "durante décadas" la barbarie terrorista, "una lacra humana, social y política ha que ha causado centenares de muertes y que ha dejado un huella imborrable en la memoria colectiva, sin olvidar que el terrorismo sigue siendo una amenaza internacional". En este contexto, "las víctimas siguen simbolizando la defensa de la libertad y del Estado de Derecho frente a la amenaza del terror", finalizó.

Suscríbete para seguir leyendo