La primera jornada de la Feria del Ajo de Zamora se cierra con buenas ventas

Cogió las tijeras Guarido y se puso a cortar trozos cinta con los colores de la bandera de Zamora y a repartirlos entre las autoridades presentes en la inauguración de la Feria del Ajo, una cita que sostiene la Caja Rural pero que tiene el apoyo sentimental de toda la provincia y sus instituciones.

Era el mediodía de un jueves amenazado de tormentas que obligó a los ajeros a ser cautos a la hora de asomar con su producto por las Tres Cruces. No madrugaron como otros años, pero poco a poco se fueron llenando la mayor parte de los cenadores dispuestos como refugio de los 85 puestos con los montones de las ristras de 15 cabezas de ajos, cada cual más gorda y de abundante cebolla dulce, también del gusto de los que desde primera hora se acercaron a la Feria.

La última generación de trenzadoras de ajos en La Guareña

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Y es que sea porque cada vez se regatea menos, sea porque se barruntaba tormenta por la tarde, el caso es que la gente, desde primera hora iba a lo que iba, a comprar las ristras de ajos procedentes, sobre todo de la Guareña, pero también de otros puntos de la provincia y de fuera.

El ajo tradicional, blanco o morado, era el que abundaba, aunque también se puede encontrar en la variante negra y la versión ecológica, e incluso envasado en red, con 15 unidades, para las cabezas «más feas pero con la misma calidad». Carros y bolsas se iban llenando de ristras que se ponen a la venta a diez euros como precio de referencia, aunque hay producto para todos los gustos, desde los seis euros de las cabezas de menor tamaño (mucho más grandes, por cierto que las que venden en cualquier supermercado) hasta los 12 de las más lucidas.

Relevo generacional

El cultivo se mantiene de momento, aunque el relevo generacional no está asegurado, sobre todo porque el trabajo de elaboración de las ristras es duro y la mano de obra familiar tampoco abunda. Eso sí, parece que en las últimas ediciones está siendo rentable acudir a la Feria del Ajo lo que puede ser un apoyo para mantener el certamen.

«Junto con la Feria de la Cerámica, la del Ajo es una actividad imprescindible en San Pedro. Son ferias, especialmente esta del Ajo, que sirven para unir el campo y la ciudad, estrechar lazos entre la capital y la provincia, porque todos vivimos del campo, y todos tenemos la obligación de potenciar una feria como esta. Son 52 ediciones y junto la Cerámica serán de las ferias más antiguas de España y por supuesto, el Ayuntamiento, la Diputación la Junta y Caja Rural que patrocina siempre nos vamos a volcar con este tipo de eventos que son economía, diversión y esencia Ferias y Fiestas de San Pedro», decía el alcalde, Francisco Guarido, rodeado de gran parte de su equipo de Gobierno y de todas las autoridades locales.

Las instituciones «vamos a apoyar la Feria, otra cosa es el mundo del ajo, para eso estarán las subvenciones, las ayudas los compromisos de las instituciones que efectivamente quizá tengamos que apoyar todos más para que haya un relevo generacional que es verdad que es difícil, como es difícil en la Cerámica, pero bueno los puestos que hay son aceptables, los mismos que el año pasado».

El alma de la Feria es sin duda la Caja Rural de Zamora. Su presidente, Nicanor Santos Rafael indicaba que «como Caja Rural y como agricultor que soy para nosotros es un orgullo hacer posible la feria emblemática de Zamora todos los años. Es una tradición venir a las Tres Cruces y comprar los ajos para todo el año. Haremos todo lo posible para que siga esta Feria».

A la una de la tarde de este sábado se entregarán los premios a las mejores ristras y montones. Pero hay Feria todo el día.

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