"¿Quiénes son los de verde?" Las Hordas del Huevo, la peña pionera de San Pedro

“¿Quiénes son los de verde?”. Ese es el título de un reportaje publicado en 2006 aludiendo a un grupo de jóvenes vestidos con camisetas de color verde manzana que, para sorpresa del resto de zamoranos, desde el año anterior habían decidido unirse para disfrutar de las Ferias y Fiestas de San Pedro como una peña llamada Las Hordas del Huevo. 

Casi veinte años después, Zamora no concibe unas fiestas sin peñas. De hecho, en la actualidad existen 52. Sin embargo, en 2006 era algo insólito a excepción de la peña de fútbol La Resaka, “pero de salir por las fiestas no había ninguna”, recuerda Laura Folgado. Ella fue la primera presidenta de Las Hordas del Huevo.  

Pero, ¿cómo surgió la idea? “Yo había estado en las fiestas de Benavente, Valladolid o Tordesillas tocando la dulzaina y me daba rabia que el ambiente de peñas que había en esos sitios no lo tuviéramos en Zamora”, reconoce.

Por eso, habló con sus grupos de amigos del colegio y del folclore, así como con los grupos de amigos de sus hermanas y entre todos, pensaron: “¿Por qué no intentamos juntarnos y salir en San Pedro?”. Formaron un nutrido grupo de en torno a un centenar de personas, aunque “era un poco raro porque todo el mundo se preguntaba: ¿Quiénes son estos, por qué salen?”. 

Unidos por el folclore

El hecho de que muchos de los integrantes se hubieran formado en la Escuela de Folclore fue determinante para lograr mayor ambiente: “Al final no es solo que saliéramos, sino que íbamos tocando por Santa Clara ‘Paquito Chocolatero’ o echábamos una jota y la gente se nos quedaba mirando como diciendo: ¿Qué hacen estos de verde?’”. 

En los años siguientes, la peña se afanó en la creación de más grupos. Para ello, sutilmente, repartieron “papelitos” en la calle de Herreros con el mensaje subliminal ‘¿Por qué no haces tu peña?’. Y lo consiguieron: nacieron Los Merluzos y El 5 de Copas, entre otras. 

Gracias al hermanamiento entre todas ellas, la actividad fue a más. Las peñas se fueron hermanando y organizaron una especie de ‘Humor amarillo’, es decir, un concurso con distintas pruebas que celebraron en la plaza de la Constitución. También se juntaron para Carnaval y a medida que el número de peñas aumentaba, hablaron con el Ayuntamiento y se creó la Comisión de Peñas con Belén Panero como responsable institucional. Desde la Casa de las Panaderas escucharon todas sus peticiones (como un Grand Prix o un desfile) y hubo “mucha colaboración municipal”, en palabras de Folgado, quien recuerda que el Ayuntamiento también les regalaba entradas para ver los toros en el tendido de sol. 

Primeras normas

El resto de la historia ya es conocido. Cada San Pedro, decenas de numerosos grupos uniformados toman la ciudad, y sus llaves, para disfrutar en compañía de las fechas festivas. “Todo el mundo ha intentado que las cosas se hagan lo mejor posible, tanto el Ayuntamiento como las peñas, pero es complicado gestionar que de repente haya miles de personas, sobre todo jóvenes, que quieran salir a la calle y llevar bebida”, reflexiona Folgado. “Las cosas hay que hacerlas con orden y nosotros queríamos hacer las cosas bien para dar ejemplo. Si salíamos por la calle, pedíamos permiso por escrito al Ayuntamiento”. Llevar chaleco reflectante el primero y el último del grupo para identificar a la peña o parar de tocar la dulzaina a las dos de la mañana fueron algunas de las normas establecidas. 

En la actualidad, ese reglamento se ha ido ampliando ante la necesidad de regular, por ejemplo, el uso de los carros donde los peñistas guardan su bebida y sus pertenencias. 

Laura Folgado reconoce que las fiestas se han democratizado con la programación de más actividades para los jóvenes y una mayor participación. Precisamente, ellos también fueron los que instauraron la entrega de las llaves con La Gobierna surcando el Duero, un acto que cambiará este año ya que la concentración se trasladará a La Marina, lugar desde donde partirá el desfile hasta la Plaza Mayor.

El origen del nombre

El bautizo como 'Las Hordas del Huevo' no fue casual, sino que también está relacionada con su formación en folclore. La mayoría de los primeros integrantes sabían tocar algún instrumento... menos uno de ellos. "Entonces le dijimos: 'Pues tú el huevo —como una maraca—', y así empezamos con la bobada", cuenta Laura Folgado entre risas. "Íbamos al Festival folk de Ortigueira y cuando alguien tocaba ese instrumento, nos poníamos a gritar: '¡El huevo, el huevo!'. Y como todo el mundo lo sabe tocar, decidimos llamarnos así. De hecho, algún año hacemos como un pack que incluye una camiseta, una mochila, a veces gafas de sol y un año metimos huevos para todo el mundo. Así, si alguien no sabe tocar nada, por lo menos que sepa tocar el huevo".

Programa oficial Fiestas de San Pedro 2024 en Zamora

Programa oficial Fiestas de San Pedro 2024 en Zamora