Sin frotar ni hacer nada: el trucazo para limpiar la campana extractora de la cocina

Cómo limpiar la campana extractora en cinco pasos

Sin frotar ni hacer nada: el trucazo para limpiar la campana extractora de la cocina a la primera

Paula Ordóñez

Mantener la cocina limpia es una de las labores domésticas más engorrosas. La cocina se ensucia más que otras estancias de la casa por el hecho de cocinar y comer en ella. El cocinado deja restos de comida, grasa, aceite y otras sustancias que obligan a mantener una higiene más rigurosa en esta estancia. Por esto, se suele dedicar más tiempo a limpiar la cocina que otros lugares de la casa.

La campana extractora es uno de los elementos que más grasa acumula. Absorbe los vapores y los malos olores, pero también la grasa de los cocinados, que se queda acumulada con el paso del tiempo si no la limpiamos antes. Su limpieza debe ser minuciosa y efectiva, por eso hemos diseñado este truco que te ayudará a mantenerla impecable y sin apenas hacer nada.

5 pasos para limpiar la campana extractora

1. Retirar los filtros o las rejillas de la campana. Para llevar a cabo este método, debemos retirar estos componentes, que también habrá que limpiar aparte, puesto que es la primera capa en la que se queda acumulada la grasa y la suciedad.

2. Llenar una o dos ollas con agua y ponlas a hervir. Para limpiar la campana extractora debemos generar vapor de agua que llegue a lo más alto de la misma. Esta es la mejor forma de lograrlo.

3. Añadir un cacito de bicarbonato y el zumo de medio limón. Estos dos productos tienen un elevado por desengrasante. Se suelen usar como complementos de limpieza en muchos lugares de la casa. Sirven para desatascar tuberías y mejorar el aroma de la vivienda.

4. Cuando hierva el agua, poner el extractor a máxima potencia. El vapor de agua con bicarbonato y limón ascenderá por la campana extractora arrasando con cualquier reducto de suciedad. Además, no necesitas hacer nada más que esperar a que la mezcla actúe.

5. Dejar que las ollas generen vapor durante un ahora. Este es el tiempo estimado para que el método de limpieza tenga efecto. Enseguida verás que la grasa incrustada empieza a caer sola a la vitrocerámica.

Para terminar, solo queda retirar las ollas, limpiar la suciedad de la vitrocerámica, pasar un paño o una bayeta por el interior de la campana extractora y volver a poner los filtros en su lugar.