Sostenibilidad

El Bosque Marino de Redeia, una realidad con beneficios científicos y ambientales

Las praderas de posidonia son esenciales en la preservación del ecosistema y un agente natural clave en la lucha contra el cambio climático, cuya conservación exige asumir su fragilidad

El Bosque Marino de Redeia es un proyecto pionero a nivel mundial.

El Bosque Marino de Redeia es un proyecto pionero a nivel mundial. / REDEIA

La riqueza paisajística de la costa es uno de los ingredientes esenciales del arco mediterráneo español, un patrimonio único de biodiversidad con un valor extraordinario. Sin embargo, no todo queda a la vista del visitante. El secreto de parte de tanta belleza está en el fondo marino: las praderas de posidonia, planta endémica del viejo Mare Nostrum, son esenciales en la preservación del ecosistema y un agente natural clave en la lucha contra el cambio climático, al acumular cada año hasta un 10% de la huella de carbono que se genera en los océanos. Un activo medioambiental cuya conservación exige asumir su fragilidad.

En el caso de Redeia, matriz de Red Eléctrica, la toma de conciencia se produjo a raíz de los proyectos de interconexiones submarinas entre la Península y las islas Baleares, iniciativas determinantes para garantizar el suministro eléctrico eficiente del archipiélago y para hacer posible su transición energética. Al realizar el análisis ambiental y social de estos proyectos, la compañía del grupo Redeia conoció en profundidad su gran importancia y la necesidad de su preservación. Esa fue la semilla de un proyecto hoy consolidado, el Bosque Marino de Redeia, un ecosistema del que dependen más de 700 especies. Y ha sido precisamente esta apuesta de futuro lo que ha permitido desarrollar una técnica de recuperación de espacios marinos con esta planta acuática endémica del Mediterráneo, que tiene un papel esencial en la lucha contra el cambio climático.

Posidonia en El Bosque Marino de Redeia.

Posidonia en El Bosque Marino de Redeia. / RED ELÉCTRICA

Además, cabe recordar que a las praderas de posidonia se debe la particularidad de la luz y el color de las aguas que caracterizan a las Baleares como referente turístico a nivel mundial. No en vano es precisamente el archipiélago donde se encuentran 633 hectáreas de esta especie frente a las 1.159 que presenta el conjunto de la costa española del Mediterráneo. 

Compromiso de Sostenibilidad 2030 de Redeia

El impulso de un proyecto de estas características se alinea con el compromiso de Sostenibilidad 2030 de Redeia, que persigue la conservación de la biodiversidad, la lucha contra el cambio climático y la contribución al desarrollo social. Hace 12 años, en 2012, se emprendió un proyecto de innovación enfocado, en una primera fase, al estudio del uso de semillas y fragmentos de la planta, que permitiese la recuperación de las praderas degradadas y, posteriormente, su plantado a partir de 2018. Con un carácter pionero a nivel mundial, el proyecto se construye desde su origen junto al Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA) y al Consejo Superior de Investigaciones Científicas, además de contar con la participación del Govern de les Illes Balears. En la fase experimental del proyecto se recolectaron semillas y fragmentos de posidonia para su cultivo en condiciones de laboratorio.

Posteriormente, las bases del Bosque Marino se pusieron con la restauración de dos hectáreas de pradera de posidonia oceánica en la bahía de Pollença, donde hasta la actualidad se han plantado ya allí más de 12.800 fragmentos y semillas de posidonia con unos resultados muy positivos. Se trata del mayor proyecto de restauración de esta planta hasta la fecha. El proceso parte de una técnica de restauración que incluye las fases de recolección de haces foliares procedentes de la fragmentación natural por la dinámica marina, la preparación y el plantado individual de los fragmentos. A continuación, se constata el avance de la restauración con la valoración del método de anclaje y plantado un mes después de realizarse el trasplante. Además, con una periodicidad anual se evalúa la supervivencia y desarrollo de las plántulas y fragmentos trasplantados. El seguimiento de los clones de posidonia oceánica se acompaña del análisis del ritmo de recuperación del ecosistema, y finalmente se evalúa el carbono orgánico acumulado, tanto el originario de la propia plantación como el capturado de otros orígenes, calculándose su transformación a toneladas de CO2. 

La posidonia tiene un papel esencial en la lucha contra el cambio climático

Los resultados de la plantación son más que esperanzadores, con una tasa de supervivencia del 95% en la evaluación realizada en el verano de 2022, superior incluso al 90% que se obtuvo dos años antes. La posidonia está enraizando y se reproduce posibilitando la recuperación con ella, aportando la oportunidad de estudiar la rehabilitación de la estructura de la pradera y del funcionamiento de sus funciones ecológicas y servicios.

El proyecto del Bosque Marino de Redeia, su esencia y su metodología, tanto de plantado como del sistema de control y estudio de la evolución de la pradera, así como sus resultados, están permitiendo no solo la recuperación de importantes extensiones de posidonia, sino que le otorgan una importante función como fuente de educación ambiental y de divulgación científica. Es un ‘laboratorio vivo’ abierto a la comunidad científica internacional, entre la que ha logrado una repercusión muy notable, habiéndose convertido en un referente y posibilitando replicar el modelo en otros puntos del Mediterráneo y también para otras especies. 

Posidonia en El Bosque Marino de Redeia.

Posidonia en El Bosque Marino de Redeia. / RED ELÉCTRICA

Los premios

El premio como mejor práctica en las redes de transporte de energía eléctrica europeas en los últimos diez años concedido recientemente por la organización Renewables Grid Initiative (RGI) puso de manifiesto el carácter excepcional y pionero de esta iniciativa, que ya suma varios reconocimientos desde su puesta en marcha. En 2018, fue Premio Europeo de Medio Ambiente a la Empresa, en la categoría de Empresa y Biodiversidad, mientras que en 2019 obtuvo uno de los Premios a la Innovación Empresarial de Cinco Días.  

Finalmente, en el ámbito social cabe subrayar la vertiente educacional, dirigida especialmente a niños y niñas a través del programa “Posidonia a l’aula”, una línea de trabajo importantísima para profundizar en la concienciación de las generaciones futuras en la necesidad de preservar la biodiversidad de las Baleares.