Opinión

La Sanidad no es una broma

Lo que toca es gastarse el dinero en salud, en prevención, en transporte sanitario y en personal

Ilustración

Ilustración

Es verdad lo que dicen: "algunos oyen con las orejas, algunos con el estómago, algunos con el bolsillo y otros no oyen nada de nada en absoluto". Diez años se lleva avisando por parte de gente entendida, comprometida, bien formada e informada y con argumentos contundentes, que la Sanidad Publica acabaría en la UCI, nunca mejor dicho. La Junta de Castilla y León, gobernada por la Derecha (desde que murió Viriato) y por la extrema (también) desde que entró Mañueco, ha hecho oídos sordos a las reivindicaciones sobre la joya de la corona que es la Sanidad Publica en esta comunidad, en Zamora y sobre todo en las zonas rurales. Creo, con todos mis respetos, que todos y cada uno de los alcaldes y alcaldesas de esta provincia, maltratada por los que la gobiernan en la Junta, deberían de estar todos los días dando la matraca con este tema tan importante como es la salud de los ciudadanos y ciudadanas.

Los que gobiernan la Junta y sus responsables políticos en Zamora, están todos los días, como un martillo pilón, machacándonos la cabeza con que la culpa es de otros. La culpa es del Gobierno, la culpa es de los Independentistas, la culpa es de los Comunistas, la culpa es... la culpa es… ¡La culpa nunca es suya! ¡Nunca! Mezclar churras con merinas y despistar al personal con cuestiones que nos preocupan "lo justo" es lo único que les importa realmente. La sanidad es nuestra gran preocupación ahora. La culpa es nuestra, como ciudadanos, por no hacer nuestro trabajo.

Nos creemos lo primero que nos cuentan quienes tienen las competencias en sanidad y hacen dejación de funciones al respecto. Un día sí y otro también, sale la responsable de la Junta en Zamora para matizar palabras o frases: "las consultas no se suspenden, se reprograman", "estamos trabajando en ello para mejorar los servicios"; "no hay sanitarios y los que hay no quieren provincias como la nuestra", "la Junta trabaja para minimizar las incidencias que puedan pasar"; "hay que tener una foto fija de las carencias sanitarias" bla, bla, bla, y, además, nos pide tranquilidad (ja ja ja). Se deben de pensar que estamos faltos o escasos de entendimiento o razón; lo que se viene llamando habitualmente "tontos". Solo les queda decir que si hay problemas de salud en los pueblos, con las personas mayores o con los niños o con cualquiera… que se vengan a vivir a la city!

Los médicos de familia, los especialistas, las enfermeras y los sanitarios en general son también victimas de esa gestión. Lo sabemos todos

Quizás por todo lo anterior, un día sí y otro también, está la consejera de Familia en Zamora vendiendo todo lo concerniente a su consejería. Es buena cortina de humo. Lo que viene siendo una de cal y otra de arena. No tendremos médicos, pero nos van a hacer una residencia a todo trapo (¿?) No pagaremos bien a los sanitarios para que se queden, pero inauguramos reuniones y congresos (¿?) No habrá especialistas, pero os traemos la Silver Economy para que quede bonito y nos dé caché (¿?) No habrá formación para hombres y mujeres en las políticas sociales, pero vamos a buscar residentes por toda España para que Zamora sea una única residencia. No habrá servicios públicos en los pueblos, pero habrá gente en las residencias, es otra manera de asentar población.

Aquí el que no se consuela es porque no quiere. No sé ustedes, pero yo quiero una sanidad publica fuerte; con gente zamorana que apueste fuerte por ella; con gente zamorana que no se conforme con lo primero que le cuenten; con gente zamorana que sabe lo que quiere y lo que le conviene; con la salud no se juega. Si todos apostáramos por la sanidad pública nos iría mejor. Los médicos de familia, los especialistas, las enfermeras y los sanitarios en general son también victimas de esa gestión. Lo sabemos todos.

Los de la Junta ya se encargan de poner gerentes en los hospitales que se dediquen a controlar gastos, a controlar pruebas, a controlar al personal, a controlar cuántas plazas o no se necesitan, a controlar medios y sobre todo a controlar su propia productividad, bien pagada seguramente, a costa de los que tienen que salvaguardar nuestra salud. Mientras tanto, los que alzamos la voz o la escribimos es porque no nos conformamos, porque no es justo y porque lo sufrimos todos los días en mayor o menor medida. Es mejor quejarse en los bares; en las tiendas; en la peluquería y acabar con frases como "es lo que hay y es lo que toca". Lo que toca es tener médicos, sanitarios, especialistas, que no dejen a la gente mayor (¿?) sin hacerles las pruebas correspondientes porque "ya tienen una edad".

Lo que toca es gastarse el dinero en salud, en prevención, en transporte sanitario, en personal. Si al final, el descontento se convierte en resignación acabaremos diciendo que "de algo hay que morir". ¡No sé porqué nos quejamos entonces! Continuará.

Diputada provincial del PSOE

Suscríbete para seguir leyendo