La peña flamenca de Zamora, "Amigos del Cante", cumple tres décadas de vida. Ahí le tienes a Eduardo Abril, tan flamenco, tan farruco; y a Félix Rodríguez, que hace a todos los palos, que lo mismo te glosa un martinete que te enchufa una canasta de tres o un tiro libre, que el flamenco y el baloncesto se parecen en que son actividades de mucha psicología. Son ya treinta años acercando a Zamora el mejor cante, a los grandes del género: Mairena, Meneses, "Agujetas"... Y a los que quedan por venir, como "Salmonete", figura estelar de la celebración del trigésimo aniversario de la peña, el 26 de noviembre. El flamenco es patrimonio oral de la humanidad y puente musical, dicen los expertos, entre las dos orillas: la andaluza y la del norte de Africa. Algo de eso habrá, si Blas Infante defendía que la palabra "flamenco" deriva de los términos árabes "Felah-Mengus", que juntos significan "campesino errante". En esta orilla mesetaria de mares de cereal y campo abierto, el flamenco es cosa de "Amigos del Cante". Y como amigos son, desde estas líneas les felicito: por alegrías.