‘El Grand Prix’ estrenó este lunes una nueva temporada en La 1 de TVE. El programa presentado por Ramón García incorpora este verano casi el doble de juegos que al año pasado, con un total de 31 divertidas pruebas. Los primeros valientes en afrontarlas fueron los vecinos de Bembibre (León) y Almacelles (Lleida), alentados por Leo Harlem y Lorena Castell como padrinos.

Entre las novedades de este año, se encuentran propuestas tan divertidas como ‘Bienvenidos a Tartópolis’, donde los jugadores tendrán que estampar tartazos en la cara de los vecinos del pueblo rival, ‘Champions Prix’, un gigante futbolín humano en el que los equipos tendrán que chutar a base de soplidos, ‘Wikipeques’, un juego de tres generaciones en el que padrinos y personas mayores de los pueblos se aliarán para adivinar un concepto que los niños del Grand Prix describirán a su manera, ‘Los Recogecocos’, donde se verá a los jugadores trepar por una gigantesca palmera flotante, emocionantes gincanas como ‘Superfontaneros’, con jugadores saltarines, o la ‘Operación Miau Miau’, un recorrido contrarreloj por rescatar a un pequeño gatito y devolverlo junto a su mamá. Y todo ello sin renunciar a pruebas clásicas como ‘La patata caliente’, ‘Los troncos locos’ o ‘El diccionario’.

Lo que no podrán ver los fans del 'Grand Prix' será una de las pruebas más emblemática de los inicios del programa. Según las nuevas reglas de seguridad no favorecen a que se realice La Cucaña. 

Según la regulación actual, cualquier persona que suba a una altura de más de dos metros debe usar un arnés de seguridad. Este requisito haría que los concursantes perdieran demasiado tiempo ajustándose el arnés entre intentos, lo que alteraría la dinámica de la prueba.

Por ese motivo, el programa ha decidido eliminar esta prueba del repertorio para evitar retrasos y complicaciones que podrían afectar el desarrollo del programa.