De Vinaroz a Portocolom: los lugares más baratos y más caros para alquilar un casa en la playa este verano

El precio de un alojamiento en primera línea de playa se ha encarecido un 10% desde el último año, superando los 1.100 euros

Benidorm.

Benidorm. / HOSBEC

Gabriel Santamarina

Un apartamento en la costa este verano será más caro que nunca. Según el último análisis de la tasadora Grupo Tecnitasa, el precio de un alojamiento en primera línea de playa durante una semana el próximo mes de agosto será un 10% más caro, con respecto a 2023, rondando de media los 1.160 euros. Este importe es hasta un 40% alto que en 2020, el primer el verano tras el estallido de la pandemia. Sin embargo, en España sigue habiendo opciones para todos los bolsillos, desde poco más de 500 euros, hasta por encima de los 3.000 euros.

Según el mencionado estudio de la empresa de tasación, a diferencia de la ralentización que se ha registrado en el mercado residencial de compraventa de viviendas en los últimos meses, el alquiler turístico continúa manteniendo incrementos promedios significativos debido a la demanda existente, tanto nacional como extranjera. "Esto supone que esté casi todo reservado desde hace meses", destacan.

Portocolom, la más cara

El lugar más caro para pasar una semana de agosto es la zona de Portocolom, en Santanyi, en el sureste de Mallorca. Aquí, un chalé de 250 metros cuadrados durante siete días cuesta de media 3.300 euros. No es el único sitio de Baleares donde alquilar este agosto superará los 3.000 euros: un piso de 100 metros cuadrados en el Puerto de Ibiza cuesta 3.100 euros o un unifamiliar de 250 metros en Llenaire (Pollensa), 3.000 euros. Con menos de 3.000 euros de presupuesto (aunque más de 2.000), se puede reservar un alojamiento en las localidades mallorquinas de Punta Prima, Puerto de Sóller, Sa Ràpita, Alcudia, Colonia de San Pedro o Pollensa.

Fuera del archipiélago mediterráneo, las únicas dos provincias donde hay lugares en los que alquilar un apartamento que valga más de 2.000 euros son Málaga y Pontevedra: en Puerto Banús, un piso de 100 metros cuadrados alcanza los 3.000 euros y uno de 90 metros en Marbella supera los 2.100 euros. En el caso de la provincia gallega, las dos localidades son la Isla de la Toja y Sanxenxo, donde para veranear siete días hay que pagar 2.900 y 2.300 euros, respectivamente.

Vinaroz y Moncófar, las localidades más baratas

Más allá de las estratosféricas cifras que se manejan en las localidades antes mencionados, hay opciones más asequibles para otro tipo de bolsillos. En total, hay una treintena de zonas en todas las costas, desde el Mediterráneo hasta el Atlántico, donde es posible alquilar un apartamento una semana por debajo de los 750 euros. La provincia de Castellón aglutina las opciones más asequibles: un apartamento de 70 metros cuadrados en primera línea de playa en Moncófar cuesta 500 euros, el mismo precio que un inmueble del mismo tamaño en el paseo marítimo de Vinaroz.

También hay otras zonas de la costa de la Comunidad Valenciana con precios bajos, según Tecnitasa: El Saler (Valencia), desde 550 euros; primera línea de playa en Calpe (Alicante), 575 euros; Oliva (Valencia), 575 euros; Cullera (Valencia), 600 euros; Denia (Alicante), 600 euros; la Pobla de Farnals (Valencia), 600 euros; Gandía (Valencia), 650 euros; Jávea (Alicante), 660 euros; Torrevieja (Alicante), 695 euros; El Puig (Valencia), 710 euros; u Oropesa del Mar (Castellón), 750 euros. En la costa mediterránea hay otras opciones, principalmente en la Región de Murcia: en Águilas alojarse una semana cuesta entre 550 y 700 euros y en Santiago de la Ribera, 650 euros.

La costa del Atlántico norte y el Mar Cantábrico es otro de los oasis (no solo por la temperatura) para el bolsillo. Por un lado, en los cascos urbanos de Ondarra y Gorliz, en Vizcaya, los precios oscilan entre los 620 y los 750 euros. Por debajo de 750 euros hay opciones en tres playas asturianas: Playa Murallón, en Tapia de Casariego, donde se pagan alrededor de 560 euros, Playa Frexulfe y Puerto de la Vega, en Navia, 570 euros, y Playa de Santa Marina, en Ribadesella, 650 euros. En Galicia es posible arrendar en las playas de Vicedo y Burela, en Lugo, o en Portosin de San Andrés, en A Coruña, por precios entre 550 y 725 euros.

Sin salirse del Atlántico, pero a 1.700 kilómetros de la Península, las Islas Canarias son otra de las opciones asequibles dentro del panorama nacional: un apartamento una semana en Playa del Inglés (Las Palmas) cuesta 700 euros; mientras un piso similar en Playa de las Canteras (Las Palmas) y Puerto de la Cruz (Santa Cruz de Tenerife) se puede conseguir por 720 y 750 euros, respectivamente.

Por último, en la costa andaluzael único lugar donde un apartamento cuesta de media menos de 750 euros es el paseo marítimo de Rincón de la Victoria, en Málaga, donde un piso de 60 metros cuadrados cuesta 730 euros.