El desafío de mantener 500 tejados: El impacto de la despoblación en la iglesia rural zamorana

La primera visita pastoral del obispo a la comarca constata la preocupación de los vecinos por el deterioro del patrimonio eclesiástico

La diócesis no dispone de medios para hacer frente a la restauración cada vez más apremiante de bienes

Héctor Galán, párroco: "En Sayago no hay iglesia que no necesite una intervención mínima"

El obispo de Zamora, a la derecha, durante su visita pastoral junto a los vecinos en la iglesia de Salce. | O. Z.

El obispo de Zamora, a la derecha, durante su visita pastoral junto a los vecinos en la iglesia de Salce. | O. Z.

El desafío no es baladí. Más de millar de tejados bajo la titularidad del Obispado de Zamora que requieren un mantenimiento para frenar el progresivo deterioro. Y quien dice cubiertas dice iglesias, ermitas, casas parroquiales y un ingente conjunto de obras artísticas a lo largo y ancho de la diócesis que igualmente acusan el paso del tiempo.

La simbólica cifra de los "500 tejados" la ha sacado a la luz, más de una vez, el propio obispo de Zamora, Fernando Valera, a lo largo de su visita pastoral por los pueblos de la comarca de Sayago. Nada como bajar a la tierra para palpar la realidad de un mundo rural donde la despoblación y el envejecimiento, entre otros muchos efectos, impactan de lleno en el declive de un patrimonio eclesiástico y artístico de los pueblos cada vez más complicado de mantener.

Todo han sido agasajos y bienvenidas ante la visita del prelado, pero también una oportunidad única para transmitir inquietudes como el deterioro de las iglesias y todos los bienes que conforman el patrimonio religioso. El mantenimiento de los edificios eclesiásticos es una de las grandes preocupaciones de los vecinos, también de los párrocos que pisan el terreno y, por elevación y responsabilidad, el propio Obispado de Zamora, titular de todo ese patrimonio.

No han sido ni uno ni dos los pueblos por donde ha pasado el obispo Valera y ha constatado la preocupación de los feligreses por unos bienes que sienten como suyos. Salce, Roelos, Torrefrades, Mogatar, Carbellino, Monumenta, Fresno de Sayago o Mayalde son algunos de los pueblos donde el obispo ha sentido la inquietud vecinal por el deterioro de iglesias, ermitas o antiguas casas del cura, además de retablos, imágenes y tantas obras de arte que se esconden en humildes templos que cada vez permanecen más tiempo cerrados. Por poner un ejemplo, una imagen de la Natividad de Gil de Ronza en la iglesia de un pueblín que ya casi ni se abre.

El templo parroquial de Salce es un ejemplo claro de una urgente intervención. No hubo que dar muchas explicaciones al obispo porque la realidad habla por sí misma. El edificio, que data de los años 50, presentaría daños estructurales que afectan a la techumbre y los cimientos. El obispo Valera tomó nota. Hay que actuar y así se hará, confirma Héctor Galán, párroco de Salce y otros pueblos de esa zona Sayago. En la empresa se ha involucrado el Ayuntamiento de Salce y la intervención, de urgencia, pasará por el arreglo del tejado y aislamiento de las humedades, además de adecentar el edificio y pintarlo por dentro.

Detalle de la viga rota en la iglesia de Monumenta. | Cedida

Detalle de la viga rota en la iglesia de Monumenta. | Cedida / Irene Gómez

Menos claro es el horizonte para casos como el de Monumenta, donde el obispo en su visita pastoral pudo también comprobar el deterioro de la techumbre de madera en la iglesia de San Clemente, con una viga a punto de quebrar. Tomó nota y admitió la urgencia.

El tema del mantenimiento de los edificios y todo el conjunto del patrimonio "es muy complicado. En Sayago no hay iglesia que no necesite una intervención mínima" admite Héctor Galán. Tejados, goteras, cubiertas en mal estado, vigas, bajo cubiertas… El Obispado de Zamora no tendría suficiente con todo su presupuesto para abordar semejante empresa. Y hablamos de una comarca.

Desde el Obispado se apunta que son los sacerdotes de la zona rural quienes se encargan de la vigilancia y salvaguarda de los bienes muebles e inmuebles de las parroquias. Ellos y sus consejos parroquiales son los que establecen prioridades de restauración y, anualmente, se abren convocatorias internas para abordar la restauración de los bienes muebles. Para ello está el convenio con la Diputación y las parroquias, con la financiación al 50%.

La institución provincial ha comprometido para el próximo ejercicio una cantidad de 250.000 euros. Concretamente se destinarán 100.000 euros a los bienes muebles lo que permitirá intervenir sobre 32 piezas del patrimonio religioso; mientras que el convenio de bienes inmuebles asciende a 150.000 euros, que se destinarán a la rehabilitación de la iglesia de Marquiz de Alba y a la 2ª fase en la intervención de la iglesia de San Pedro en Villalpando.

En la firma de ese convenio, el propio gerente-ecónomo del Obispado, José Manuel Chillón, valoró este compromiso admitiendo que sin el mismo "no podríamos restaurar todo el patrimonio de la Iglesia. La Iglesia de Zamora no tiene fondos suficientes".

Esa es la realidad y así la ha transmitido el obispo en su primera visita pastoral. "La diócesis, a través de las parroquias, está siempre respaldando estas iniciativas y asumiendo cantidades importantes destinadas al mantenimiento de todos estos bienes. El problema surge cuando las comunidades son pequeñas y carecen de recursos para afrontar obras importantes, ahí tenemos que buscar soluciones creativas para afrontar las obras" apuntan fuentes del Obispado.

Conclusión: el problema se agrava en los pueblos. Teniendo en cuenta la realidad de esta provincia, estamos ante un desafío de gran magnitud. Esas soluciones que contempla el Obispado pasan por el compromiso de los vecinos, por las subvenciones de las administraciones o por la intervención de la recién creada Fundación ZamorARTE. "Es el reto enorme que tenemos que afrontar en los próximos años para hacer viable el ingente patrimonio de la diócesis".

El párroco sayagués Héctor Galán habla alto y claro. "Los vecinos se tienen que implicar, cada uno en la medida que pueda. Ahora que llega el verano y se llenan los pueblos yo voy a aprovechar para hacer un llamamiento a la colaboración. La gente tiene que colaborar para restaurar algo que es del pueblo. La Iglesia es titular porque alguien tiene que figurar, pero es algo de todos. No solo hablamos de bienes inmuebles, es toda la imaginería, con unas obras de arte impresionantes en escultura y en platería" apunta el sacerdote sobre el valor del patrimonio eclesiástico de Sayago.

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