El Castillo de Doña Urraca de Fermoselle volverá a abrir sus puertas

El Castillo de Doña Urraca en Fermoselle, el balcón más panorámico de la villa sayaguesa, vuelve a abrir sus puertas y se amplía así la oferta turística del municipio de los Arribes.

El pasado 3 de julio tuvo lugar la firma del acuerdo gracias al convenio de colaboración suscrito entre las partes, por un lado la familia Farizo Serrano -propietaria del inmueble- y por otro, el Ayuntamiento de Fermoselle. "Este deseo se ha hecho por fin realidad y sentará las bases de organización, funcionamiento y gestión del lugar histórico más emblemático de nuestra villa" apuntan desde la institución municipal.

Fermoselle, un paisaje urbano que evoca al medievo

El Ayuntamiento, por boca de su alcalde, José Manuel Pilo, agradece a la familia Farizo Serrano y a la concejala de Turismo, Yolanda Robles, "el esfuerzo dedicado para conseguir este acuerdo que impulsará y desarrollará el turismo y la cultura de Fermoselle".

El mirador del Castillo, atalaya sin igual de los paisajes más impresionantes de los Arribes del Duero, vuelve a ser un reclamo turísticos de visita obligada.

El balcón más panorámico de la villa fermosellana recobrará así su posición de privilegio, desde la que poder observar la asombrosa orografía de cañones fluviales, bancales, huertos y regatos que configuran el campo del Parque Natural Arribes del Duero. La singular atalaya permite además una estupenda visión del casco urbano de la villa, con la torre de la iglesia Nuestra Señora de la Asunción, el Convento de San Francisco, hoy Casa del Parque, y el distinguido perfil de calles, angostas y sinuosas bajo las que se esconde un Fermoselle subterráneo plagado de bodegas.

Las labores de limpieza y desbroce comenzarán próximamente para el acondicionamiento y embellecimiento de todo el espacio con el fin de formalizar su apertura lo antes posible. El Ayuntamiento pedirá colaboración a la Diputación de Zamora y la Junta de Castilla y León para adecentar y mantener abierto el Castillo ya que está catalogado como monumento Bien de Interés Cultural.

Situado en el casco histórico, en las cercanías de la Plaza Mayor, el Castillo fue construido sobre los farallones de tal modo que facilitaba la defensa de la localidad.

Los peñascos sobre los que se asienta son conocidos como las «Cachas del Culo», por la forma que tienen. Para contemplarlos se puede acceder desde la CL-527, que rodea el municipio aunque su acceso es complicado por la pendiente que existe, los paredones que hay que salvar y la vegetación.

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