Los pueblos anejos de Zamora se quedan sin las ayudas a los bares rurales

En los núcleos pequeños no constituidos en entidad local menor, los hosteleros no podrán optar a la subvención si en la cabecera hay otros establecimientos

Taberna cerrada en un pueblo de Sanabria. | Araceli Saavedra

Taberna cerrada en un pueblo de Sanabria. | Araceli Saavedra

Bares, cantinas, colmados y centros de ocio de prácticamente toda la provincia de Zamora, en particular de Sanabria y Carballeda, quedan fuera de la convocatoria de subvenciones para mantener sus centros de ocio y convivencia en los municipios y entidades locales menores con una población inferior o igual a 200 habitantes, dentro de las medidas de "Desafíos demográficos pequeñas entidades locales" de los Presupuestos de la Comunidad.

El importe total de las ayudas para toda la Comunidad es de 3.035.116 euros para el mantenimiento de estos centros. La mayor parte de la inversión se quedará en las provincias del este de la comunidad.

Pequeños empresarios y autónomos de municipios como Galende con 10 pueblos o Cobreros con 13 pueblos que han solicitado las ayudas, a través de sus Ayuntamientos, han visto bloqueado el acceso a completar el formulario porque solo figuran los Municipios y Entidades Locales Menores, sin atender a la particularidad de los pueblos inferiores a 100 habitantes, la mayoría, y donde solo hay un centro de ocio o bar. En muchos casos estos pequeños establecimientos son deficitarios 11 meses al año y solo viables un mes de verano.

Las subvenciones incluyen ayudas de hasta 3.000 euros para el gasto corriente, suministros generales de agua, electricidad, gas y combustibles para la calefacción y agua caliente sanitaria y cuotas por los servicios de internet, televisión o plataformas audiovisuales, todo ello mediante justificación.

La tramitación es obligatoria desde el Ayuntamiento, Secretario y Alcalde, cosa lógica si el centro es municipal y de gestión pública o concesión, e ilógico si el centro es de propiedad privada gestionado por particulares siendo un servicio público para el pueblo, circunstancia que remarcan los afectados que no pueden solicitar ayudas, ni aunque se trate de un bar en un pueblo con 60 personas y único centro de ocio del pueblo.

Para ser beneficiarios se exige una revisión de la fiscalidad pero no del empresario, sino del Ayuntamiento. Los requisitos incluyen tener aprobados o prorrogados los presupuestos para el ejercicio 2024 y la liquidación del ejercicio 2023, haber remitido a la Administración Autonómica la copia de dicho presupuesto y de la liquidación, además de haber rendido a los órganos de control externo competentes la cuenta general prevista en la legislación vigente.

Si el Ayuntamiento no está al corriente en las obligaciones tributarias y la Seguridad Social o no está al corriente en el pago de obligaciones por reintegro de subvenciones con la Administración de la Comunidad de Castilla y León, no hay nada que hacer. El perjuicio es para el autónomo o el empresario.

El objetivo de la ayuda es que estas entidades locales, municipios y entidades locales menores, ante la ausencia de iniciativa empresarial, en el libre mercado, y el incremento producido en el precio de los suministros, puedan mantener un establecimiento de este tipo. Con esta orden no se cumple el objetivo ni de ayudar a los establecimientos más antiguos, colmados, cantinas, tiendas, bares, que aún no han cerrado ni el apoyo a los que se crearon hace un par de décadas y que se han ido sosteniendo de milagro de crisis en crisis, económica y poblacional. En muchos casos "con los ingresos del verano tiras todo el año", en palabras de los afectados. El malestar de los empresarios es significativo como así lo han trasladado al Ayuntamiento y a la Delegación Territorial.

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