Ecologistas Zamora advierte "graves irregularidades" en la ampliación de la cantera de Manzanal de Arriba

La organización presenta alegaciones al proyecto en un espacio natural "único en la provincia"

Molino en el valle de "La Zapatera" de Manzanal de Arriba

Molino en el valle de "La Zapatera" de Manzanal de Arriba / E. A.

I. G.

Ecologistas Zamora presenta alegaciones al proyecto de ampliación de la cantera “La Zapatera”, en Manzanal de Arriba, y advierte de las graves irregularidades expuestas en el propio proyecto.

Argumenta que el valle de "La Zapatera" "es único en la provincia en cuanto a orografía, flora y fauna". Y en él se sitúan restos arqueológicos y etnográficos de diversa índole, que están catalogados como bienes integrantes del patrimonio cultural. "La particularidad, en cuanto a biodiversidad, radica en la propia situación del valle, el único que se salvó de ser anegado por los pantanos en el curso medio del río Tera". Las fuertes pendientes del valle, superiores al 35%, han configurado un estrecho desfiladero en el cual habitan todo tipo de especies, destacando diversos lepidópteros en vías de extinción. También, y gracias a la existencia de imponentes afloramientos de roca, "es una zona muy valiosa para el estudio de musgos y líquenes".

En cuando a la importancia vegetal, Ecologistas Zamora destaca la abundacia de robles, alisos, cerezos silvestres, ejemplares longevos de espino blanco, álamos negros, álamos temblones y brezales húmedos atlánticos; además de una insólita variedad de helechos.

Los restos arqueológicos, estos consisten en cazoletas y petroglifos de diversa índole, algunos en el lecho del regato que atraviesa el valle y otros en rocas en las laderas; esto sin tener en cuenta, además, la existencia de restos de antiguos molinos, un buen muestrario de paredes de piedra seca y puntones de lajas de piedra.

Argumenta la organización que el proyecto presentado para su aprobación en la Delegación de Industria, Comercio y Economía de Zamora "contiene numerosísimos errores, en cuanto a situación de la explotación y descripción de las afecciones. El más grave de todos ellos es que, según se desprende de la propia documentación aportada, la explotación 275, registrada en el catastro minero por Concasa S.L., y con nombre “La Zapatera” está dentro de una cuadrícula minera situada a más de 500 metros de donde se encuentra en realidad, mientras que la situación de la cantera realmente explotada pertenece a la denominada “Culebra”, cuyos derechos mineros pertenecen a otra empresa".

Ecologistas cree que este “error”, que puede comprobarse fácilmente a través del propio catastro minero, "respondió en su día a tratar de burlar los problemas que podrían implicar el abrir una cantera a menos de 10 metros del regato de la Zapatera y en zona de uso comunal".

Otra "grave irregularidad" consiste en la propia licitación de la cantera a Gneistone S.L., "la cual se realizó en base a una polémica desafectación solicitada por la empresa y que está denunciada en los tribunales, y donde se podría haber cometido falsedad documental al certificar que los terrenos no estaban usándose durante 10 años, cuando existe abundante documentación oficial que demuestra lo contrario".

Además, apunta Ecologistas Zamora, "los terrenos sobre los que se pretende asentar el proyecto no han sido restaurados nunca, al contrario de lo que se dice en el mismo, que parte de la base de una restauración inexistente. Pero si Concasa S.L. nunca restauró la cantera, ¿cómo es que se presentó la licitación sobre terrenos vírgenes? ¿Cómo es que la licitación se realizó al tiempo que seguía activa la cantera? ¿Qué relación hay, de hecho, entre Concasa S.L. y Gneistone S.L.?".

La cantera ha estado funcionando desde 2001, "con la incomprensible ocupación de terrenos en zona de policía y de dominio público hidráulico, y con la creación de taludes y escombreras contrarias a la ley de minas, con una proximidad a fuentes públicas menor a 100 metros y dañando el cauce del regato al originar un mayor estrechamiento del mismo".

Ecologistas añade que el nuevo proyecto "pretende asentarse en una zona privilegiada aún sin explotar, una zona con una gran biodiversidad pero en la que además existen otros muchos inconvenientes: es imposible la realización del proyecto sin la ocupación de la cañada del Venero, la finca está atravesada por una línea de alta tensión y la única forma de acceder a ella es a través de caminos públicos, con el consiguiente peligro para los vecinos de Manzanal de Arriba".