Báez Mezquita, el arquitecto del detalle expone en Puebla de Sanabria

El arquitecto zamorano Juan Manuel Báez Mezquita inauguró es fin de semana su exposición en Puebla de Sanabria con una clase magistral para profundizar en su perspectiva personal y profesional sobre “Paisajes y Arquitecturas”. El proyecto inminente del arquitecto es presentar este año un libro sobre la ciudad de Zamora que ha ido reflejando en sus apuntes, dibujos, acuarelas y óleos durante 50 años. 

“La ciudad actual no es la ciudad que yo conocí de niño” afirmaba el arquitecto para subrayar que “las ciudades van cambiando” a lo largo del tiempo con cambios en su arquitectura que aparentemente son pequeños pero que trasforman la ciudad.

El alcalde de Puebla, José Fernández Blanco, presentaba al protagonista de la conferencia dentro de las actividades del Verano Cultural como “un clásico” subrayando la vinculación de Báez Mezquita con la comarca de Sanabria y sus exhaustivos trabajos sobre la arquitectura popular, publicación editada en 1994, y exposiciones desde 1988, la última permanente promovida por la Concejalía de Cultura, de 43 fotografías que ha recorrido diferentes puntos como Braganza.

“Arquitectura y paisaje se complementan. El paisaje me fascina, llegas a él de una manera obvia a través de la arquitectura” reconocía en la presentación. Cada vez hay más arquitectos que “sí observan el paisaje” pero esa manera de mirar pasa “por ver el paisaje como un arquitecto y ese mensaje ha ido calando”. Con esa visión rigurosa Báez “me interesa el espacio de grandeza, descriptivo, minucioso y real”. 

Con esos principios su obra estudia rama a rama, árbol a árbol “hago retratos de árboles”, sombras y luces en paisajes a los que se admira como Sotillo o el Lago de Sanabria, Alba y Aliste. Un árbol puede ser visto “como un árbol catedral”. En este sentido “el oficio que elegimos cambia el modo de ver el mundo. Veo el espacio en el paisaje”. De su pasión por la arquitectura y el paisaje surgió además del libro de Sanabria, un segundo de Tierra de Alba y Aliste y la impresión personal de “la arquitectura tenía la misión de incluir el paisaje”.

En el verano de 1975 el paisaje que dibujaba era uno muy diferente, la ciudad de Zamora “quería contar cómo era mi ciudad”, desde el cimborrio de la Catedral hasta el río. “Los pueblos y las ciudades cambian muy rápidamente, parece que no, pero pasados unos años la ciudad ha cambiado”. Reflejar en un libro ese recorrido por los últimos 50 años es el objetivo que le lleva tiempo a Báez Mezquita ante un “ya no tengo tiempo que perder”.

A la hora de reflejar en el papel, generalmente de gran formato, es minucioso al detalle. La anécdota que cuenta es la que vive con sus alumnos de Primero cuando le preguntan si dibuja todas las piedras (casi) pero “ya he superado eso, ahora estoy con las betas”. No es lo mismo hacer una fotografía que pasar horas haciendo un dibujo con el que “estudias” y aprendes literalmente esa construcción. Ha recorrido numerosas ciudades, pero le ha dedicado especial atención a la ciudad de Roma, y la ciudad fundada por los griegos en el sur de Italia, Paestum. Dedica mucho tiempo a reproducir la arquitectura monumental con anécdotas como la de un guardia que para ahorrarle tiempo le recomendó “tenemos postales”. 

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