Los jabalíes provocan cerca de 400 accidentes anuales en las carreteras de Zamora

La Junta aprueba el nuevo plan de gestión de la especie para controlar su densidad y el impacto en la sanidad, la seguridad vial o los cultivos

Un jabalí atraviesa una carretera de la provincia y obliga a parar a los conductores. |

Un jabalí atraviesa una carretera de la provincia y obliga a parar a los conductores. | / J. L. Fernández (Archivo)

Los jabalíes provocan, de media anual, 391 accidentes de tráfico en la provincia y las vías en las que se registran más siniestros son la N-631, N-122, A-6 y N-525. Así se desprende del estudio en el que se ha basado la consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta para elaborar el nuevo plan de gestión del jabalí en Castilla y León, que ha sido aprobado recientemente.

La finalidad del documento es armonizar la planificación para la gestión cinegética de la especie y el adecuado manejo de su densidad, por el impacto que el tamaño de sus poblaciones tiene en la sanidad animal, la seguridad vial y de las personas, la salud pública, la agricultura o el medio ambiente.

Del mismo modo, concreta las acciones y recomendaciones necesarias para una adecuada planificación de la gestión cinegética de la especie, con el objetivo de alcanzar un equilibrio entre el desarrollo de los recursos naturales y las interacciones socioeconómicas que los jabalíes ocasionan sobre los propietarios y usuarios del medio forestal y agrícola, así como sobre la ciudadanía en general.

Así, el plan de gestión propone distintos objetivos de desarrollo, tales como facilitar el aprovechamiento ordinario del "recurso" jabalí a través de la caza sostenible como una de las herramientas para mantener la población en densidades adecuadas. Otro de los retos es prevenir accidentes y reducir el número de siniestros que provocan los jabalíes, así como los perjuicios en los cultivos y en el ganado, disminuyendo el riesgo sanitario para la cabaña, además de compatibilizar la caza sostenible de ejemplares en determinados espacios naturales y con especies de fauna amenazadas.

Para elaborar el plan de gestión, la Junta ha partido de un análisis de la situación del jabalí en la comunidad, que ha constatado la "franca expansión" en todas las provincias ya que, su elevada capacidad de adaptación a diferentes hábitats está provocando su dispersión de los estratos forestales a los agroforestales, agrícolas y periurbanos.

De hecho, los datos de capturas facilitados por titulares cinegéticos revelan un incremento porcentual de las mismas en la última década, al pasar de las 22.479 contabilizadas en la temporada 2011-2012 a las 53.013 registradas en la correspondiente a los años 2020-2021. Según el estudio, las capturas declaradas en los cotos de caza de la provincia de Zamora han aumentado de manera significativa, un 198% entre las temporadas 2011-2021, al pasar de 2.316 ejemplares a 6.905. No obstante, en las últimas cinco las capturas se han reducido un 57,4%.

El análisis también revela que, aunque la provincia cuenta con dos reservas regionales de caza el aprovechamiento de la especie en Zamora se realiza exclusivamente en la Sierra de la Culebra, en la que durante la última temporada cinegética de referencia se capturaron 87 ejemplares. Tomando como base los resultados de caza de las temporadas cinegéticas de 2018 a 2021, la relación de capturas por cada 100 hectáreas de superficie cinegética y por comarca de Medio Ambiente, Benavente es la que concentra una mayor densidad de jabalíes, seguida de Bermillo de Sayago y Tábara.

Por otra parte, en la elaboración del plan de gestión, la Junta también ha valorado que la expansión del jabalí en Castilla y León tiene una incidencia directa en los accidentes de tráfico por atropellos. Por provincias, la mayor siniestralidad entre los años 2016 al 2021 se corresponde con León, seguida de Burgos y Zamora. En la provincia, la media anual de accidentes se sitúa en 391.

De otro lado, las autorizaciones por controles poblacionales de la especie en Zamora han pasado de 437, en la temporada 2016-2017, a 704 en la 2020-2021, lo que supone un incremento del 61,1%, mientras que las capturas, en las citadas campañas, aumentaron un 227%, al pasar de 1.582 a 5.173, es decir, un 227% más.

Los citados datos convierten a Zamora en la provincia con mayor número de capturas de jabalí en controles poblacionales. El estudio también analiza los factores de mortalidad para la especie y desvela que las muertes de jabalí por accidentes en carreteras de Zamora representan un 2,7% del total de ejemplares capturados mediante la caza ordinaria y los controles poblacionales en la temporada 2020-2021. Además, el riesgo por ahogamiento en la red de canales de cuenca en la provincia es significativo, principalmente en las zonas definidas por la Confederación Hidrográfica del Duero como Tera, Esla-Valderaduey y Pisuerga-Bajo Duero.

Cámaras de fototrampeo

El plan de gestión, que tendrá una vigencia indefinida, aunque será revisado cada cinco años, recoge diversas "acciones" para alcanzar los objetivos marcados. Así, dentro de las relacionadas con los planes cinegéticos se podrán contemplar cualquiera de las modalidades de caza mayor; el hábitat apto para el jabalí se corresponderá con la totalidad de superficie del terreno de caza y no se establecerá superficie mínima exigible para el desarrollo de monterías y ganchos ni limitación para organizarlos.

No obstante, por razones de seguridad y de compatibilidad con otros usos del territorio, las modalidades de caza de al salto o en mano sobre el jabalí podrán practicarse los jueves, sábados, domingos y festivos nacionales y autonómicos, del periodo comprendido entre el cuarto domingo de septiembre y el cuarto domingo de febrero del año siguiente. El plan de gestión también detalla otras medidas relacionadas con la acción de caza.

Así, al objeto de incrementar la eficacia de los aguardos o esperas y de las monterías y ganchos se permite el uso de cámaras de fototrampeo en relación con la caza sostenible y con los controles poblacionales. Además, se autoriza el aporte de alimentación suplementaria, aunque su utilización quedará condicionada a lugares donde se no comprometan las condiciones de salubridad y de seguridad del medio para las personas o el ganado y a aquellos donde no interfiera con otras especies no cinegéticas.

Para la Junta, el adecuado manejo de las densidades de los ungulados silvestres, especialmente en el caso del jabalí, representa un desafío para todos los Estados miembros de la Unión Europea, especialmente tras la entrada en el territorio de la peste porcina africana, de ahí la importancia de ejercer un mayor control para mitigar el riesgo de transmisión de enfermedades.

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