Costura y tertulia para dinamizar un pueblecito de Zamora

Un grupo de mujeres y jóvenes de Valdespino y la zona aprenden a coser y se socializan

"Es una manera de juntarnos y vernos"

Participantes en el taller de 
costura de Valdespino, que cierra el curso 
con la intención de reanudar la actividad en septiembre como uno iniciativa de 
dinamización | Araceli Saavedra

Participantes en el taller de costura de Valdespino, que cierra el curso con la intención de reanudar la actividad en septiembre como uno iniciativa de dinamización | Araceli Saavedra

El taller de costura de Valdespino se prepara para cerrar el curso y reanudar la actividad a partir de septiembre, cuando termine el verano. Mujeres y jóvenes de todas las edades llevan tres meses aprendiendo y poniendo en práctica lecciones básicas de patronaje, costura y en algunos casos perfeccionando sus conocimientos con Begoña Álvarez Lobo, formada en Diseño y Patronaje Industrial en Zamora.

Costura y tertulia en el taller de Valdespino

Costura y tertulia en el taller de Valdespino / Araceli Saavedra

Mari Fernández Díaz, impulsora del taller, reconoce que "es una manera de juntarnos en el pueblo, porque si no es así pasa el invierno y no nos vemos". En este taller de costura habilitado en el centro social de Valdespino la clase empieza a las cinco, todos los martes. Gerard, de 13 años, es el aprendiz de costura más joven y aventajado en confeccionar sus prendas y trasformar esos trapos que ya no se usan –partiendo del dibujo de los patrones- bajo las instrucciones de Begoña. Reconoce que le gusta mucho y "no me importaría dedicarme a diseñador de modas". Ha aparcado un cojín pero ha trabajado a fondo con su máquina el diseño de dos faldas, una de ellas de tablas.

Costura y tertulia en el taller de Valdespino

Costura y tertulia en el taller de Valdespino / Araceli Saavedra

"Tenemos ropa para trasformar, para dar, para reglar y para tirar casi nueva" reconoce Erminda Monterrubio que se desplaza desde otro pueblo cercano, Rosinos de la Requejada, para asistir a la costura y la charla en el taller. Confiesa que falta a clase en la época de recogida de setas, primavera y otoño. Por eso estas actividades son más necesarias en el inverno que hay poco que hacer. Erminda reconoce que "me gusta hacer cosas, la costura, pintar, todo lo que sean las manualidades, preferentemente la pintura". Sobre estas iniciativas "hay que hacer cosas en los pueblos para que la gente mayor se sienta útil".

Costura y tertulia en el taller de Valdespino

Costura y tertulia en el taller de Valdespino / Araceli Saavedra

Cristina Fernández prácticamente ha terminado un justillo, es una de las prendas del traje regional que tenía pendiente y una sugerencia de Begoña que fue bien acogida por la aprendiza que "ya sabía algo". Se ha cosido "alguna cosilla del traje y quería seguir haciendo algo más para completarlo". Cristina se prueba el justillo, y recibe el visto bueno de todas las costureras. Los trajes de carnaval casi siempre son el primer contacto con la labor y el trabajo colectivo en el taller, como reconoce Cristina.

Costura y tertulia en el taller de Valdespino

Costura y tertulia en el taller de Valdespino / Araceli Saavedra

Carmen Vime se desplaza desde Sampil "reunirse está fenomenal" aunque no sea para aprender. Tiene el título de modista "me eduqué con monjas y te obligaban a coser. Tuve dos días modistas". Mientras esperaba poder examinarse del preuniversitario "de julio a septiembre me saqué el título de modista". Reconoce que "para todo en la vida hay que tener ganas".

Begoña, que es de Puebla, estudió patronaje en una academia que había en Príncipe de Asturias en Zamora "y los desfiles de moda los hacíamos en la discoteca Ramsés". Está pendiente de Gerard que tiene que coser a máquina la cremallera y rematar el bajo. Cristina termina con el forro, a falta de los agujeros para el cordón. En estos tiempos "hay más interés por reformar y reciclar, en El Puente hicieron un taller de reciclado y mercadillo con ropa de bebé casi nueva".

Eso que queda ahí en un rincón de casa, unos bajos, unos botones, unos descosidos que parece que se eternizan, se llevan al martes de costura para terminarlos de una vez. Por ahí hay unos bajos aún sin recoger desde principio de curso. Mari se centra más en preparar el refrigerio para las participantes del taller. "Lo mío es la merienda".

Alguna menciona algo de los huertos, es la época ahora. La aguja y la máquina se recogen para dar paso a la azada.

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