Diputación y Obispado de Astorga restaurarán las iglesias de estos pueblos zamoranos

Ambas entidades firman dos convenios de colaboración por valor de 265.000 euros para rehabilitar y poner en valor "lugares" de culto y bienes muebles

Con las intervenciones previstas se pretende revitalizar un "patrimonio histórico y cultural" que forma parte de la "identidad" del medio rural zamorano

Faúndez y Mielgo intercambian el documento de colaboración para su firma

Faúndez y Mielgo intercambian el documento de colaboración para su firma / Miguel Ángel Lorenzo

La Diputación y el Obispado de Astorga han firmado este miércoles dos convenios de colaboración para preservar bienes muebles e inmuebles del patrimonio histórico de pueblos de la provincia de Zamora por un importe total de 265.000 euros.

El presidente de la institución provincial, Javier Faúndez, enmarcó la rúbrica de ambos convenios de colaboración en la “necesidad” de conservar edificios que no están catalogados como Bien de Interés Cultural (BIC), pero que forman parte del patrimonio histórico, cultural y arquitectónico de pueblos de Zamora que pertenecen a la diócesis de Astorga.

Precisó Faúndez que el primero de los convenios rubricados permitirá rehabilitar bienes inmuebles a lo largo de los años 2024 y 2025 y que está dotado con 195.000 euros, de los que la Diputación aportará 130.000 euros y el Obispado de Astorga desembolsará 60.000. En el marco del acuerdo está previsto actuar en las iglesias de Abraveses, Ferreruela, Lobeznos, en el santuario de Nuestra Señora de Agavanzal de Olleros de Tera, así como en los templos de Quintana de Sanabria, Vega de Tera y en Villar de Farfón.

El segundo de los convenios, que incluye intervenciones que se ejecutarán a lo largo del presente ejercicio, contempla la restauración de bienes muebles y está dotado con 70.000 euros, de los que la Diputación aporta 50.000 y el resto, 20.000, el Obispado de Astorga.

Las actuaciones incluidas en el acuerdo son la restauración del retablo mayor de la iglesia de Aciberos, en el artesonado del templo de Santa Colomba de las Monjas y en el retablo de la Virgen que se conserva en Valparaíso.

Por otra parte, Faúndez recordó que en la actualidad está en vigor otro convenio de colaboración para la rehabilitación de bienes inmuebles, dotado también con 195.000 euros, y que comprende diferentes intervenciones, algunas ya iniciadas y otras que serán ejecutadas a lo largo de este año, en los municipios zamoranos de Anta de Rioconejos, Miles de la Polvorosa, Villanueva de Valrojo, Pedrazales, Robledo de Sanabria, Cubo de Benavente y Fresno de la Carballeda.

En cuanto al acuerdo para preservar bienes muebles, precisó que se están ejecutando intervenciones, por un importe de 70.000 euros, en Manzanal de los Infantes, Olleros de Terra y en Villanueva de Valrojo. En definitiva, según Faúndez, los convenios suscritos entre ambas entidades se enmarcan en una "sensibilidad" conjunta por conservar y mantener “vivo” el patrimonio de los pueblos porque, aunque el titular de los bienes es el Obispado, quienes “lo disfrutan” son sus vecinos.

Faúndez, en el centro, explica los detalles de las intervenciones previstas en pueblos zamoranos

Faúndez, en el centro, explica los detalles de las intervenciones previstas en pueblos zamoranos / Miguel Ángel Lorenzo

Por su parte, el ecónomo de la diócesis de Astorga, Celestino Mielgo, agradeció la colaboración de la Diputación en la conservación y puesta en valor el patrimonio de la provincia, y reconoció que muchas de las actuaciones que están en ejecución o previstas se llevarán a cabo en “pueblos muy pequeños”, que no tienen capacidad para mantener elementos arquitectónicos “identitarios”, en alusión a sus iglesias.

Además, subrayó que la propiedad de los inmuebles o de los bienes objeto de intervención pertenece a la parroquia y, en último término el Obispado, pero “quienes realmente los utilizan y quienes se enorgullecen de ellos son los habitantes de cada municipio”. En este punto, aseguró que cuando esos bienes se ponen en valor y restauran “aparecen auténticas joyas” como la cantería de granito de las iglesias de Sanabria, los artesonados de templos del Valle bajo del Tera o los retablos que se conservan en pueblos pequeños como Aciberos, por lo que pueden llegar a convertirse en un elemento dinamizador cultural y económico del medio rural.

Por otra parte, Mielgo resaltó la “generosidad” de la Diputación en el reparto del porcentaje de las cantidades destinadas a los dos convenios y recordó que la diócesis de Astorga no dispone de capacidad económica para atender todas las necesidades del amplio territorio que abarca, desde Sanabria hasta las “puertas” de Benavente en Zamora, media provincia de León y parte de Orense, es decir, “el núcleo de la España más vaciada y más esquilmada” por lo que, sin la colaboración entre instituciones, “sería imposible mantener su patrimonio”.

Por otra parte, el ecónomo reconoció que no está previsto intervenir en ninguno de los diez bienes propiedad de la diócesis incluidos en la Lista Roja de Patrimonio, por la “falta de tiempo y de presupuesto” para acometer todas las actuaciones necesarias en el patrimonio del Obispado de Astorga.

En este sentido, remarcó que de la diócesis dependen, entre iglesias, capillas y santuarios, alrededor “de 1.500 lugares de culto” repartidos en cerca de un millar de poblaciones de Zamora, León y Orense.

Ante la imposibilidad de atender todas las necesidades, es preciso priorizar y, en primer lugar, se acometen intervenciones de restauración y consolidación los tejados de los edificios para evitar que se derrumben. Del mismo modo, destacó la dificultad de contratar empresas para ejecutar las obras o para que restauradores especializados y habilitados por la Junta se encarguen de la rehabilitación de imágenes o bienes muebles.

Por último, recordó que a lo largo de 2023, la diócesis invirtió 509.000 euros en restauraciones, cuando su presupuesto total ascendió a 4,7 millones de euros, por lo que el Obispado de Astorga baraja la opción de ceder a juntas vecinales, asociaciones o Ayuntamientos edificios que no puede mantener, a pesar de la “obligación legal” de conservarlos. 

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