Guarrate volvió a vibrar con su tradición más señera. Los toros como protagonistas de las fiestas de San Antonio. Tras el arranque del pasado fin de semana en Vadillo, los espantes de Guarrate abre un ciclo de espectáculos taurinos que se extienden a lo largo y ancho de la comarca de La Guareña.
El encierro campero de este domingo no competía con ninguno de la zona y eso se notó en una afluencia masiva de aficionados de Zamora, Salamanca, Valladolid, Segovia o Burgos. Hacía años que no se veía tanta gente en Guarrate para disfrutar de las fiestas y muy especialmente de los toros.
También caballistas desplegados por una pradera fresca y verde, gracias a las generosas lluvias del último mes. De los tres toros que se soltaron en la pradera, destacó uno de los que salieron en los cortes la noche anterior, cuando otro de los astados no sobrevivió al topetazo que se pegó contra el burladero.
Los encierros de campo y de calle depararon momentos vibrantes, con los típicos sustos que no llegaron a más, y un buen sabor de boca en la afición.