La Cofradía de los Falifos pide intervenir con urgencia en el Santuario de Rionegro del Puente por el desprendimiento de la escayola decorativa de la cúpula, que data de mediados del siglo XVIII. La Cofradía, propietaria del Santuario de la Carballeda, da a conocer la realidad del estado de cosnervación de este gran templo. Lo más urgente es colocar una red protectora bajo la cúpula, para lo que se han iniciado los trámites oportunos. La decoración en escayola realizada en 1756, se está deteriorando por la humedad y desde hace meses hay desprendimientos de pequeños trozos de escayola.

Importantes arquitectos e historiadores se reunirán el día 23 para estudiar "in situ" la situación actual del Santuario y elaborar posteriormente varios informes sobre el mismo, convocados por la Cofradía de Los Falifos. Asistirán los historiadores Miguel Santiago Prieto, presidente honorario de la Cofradía de los Falifos; José Ignacio Martín Benito, doctor en Historia y Académico Correspondiente de la Real Academia de la Historia y Julio Badenes, experto en historia medieval y profundo conocedor de la Cofradía.

El presidente del Colegio de Arquitectos de Zamora, Javier Ferrero, y los arquitectos Francisco Somoza, Roberto Vázquez y Emilio Ganado asistirán a esta reunión en la que Beatriz Rodríguez representará al Obispado de Astorga.

Los desprendimientos de la decoración es uno de los problemas que afectan al Santuario y en especialmente a la cubierta del edificio "cuya reparación no puede esperar más" como ha expuesto públicamente la Cofradía. Las numerosas goteras están dañando el artesonado de madera, que fue restaurado hace poco más de 10 años.

La cúpula central, es el mayor motivo de preocupación de la Cofradía, porque se podría perder un ejemplo de perfección en su realización. Esta cúpula presenta unas composiciones geométricas perfectas y se remata en las cuatro esquinas inferiores con las imágenes de los cuatro evangelistas de rica policromía. La impresionante decoración de escayola con adornos de numerosas cabezas de ángeles niños, se cae día a día.

El Santuario de la Carballeda, por su tamaño, es uno de los mayores del norte provincial, además de representativo y simbólico, tanto por la documentación existente como por los elementos arquitectónicos. Su origen se remonta con toda seguridad a la alta Edad Media.

El templo es reflejo de la historia zamorana y un compendio de todos los estilos arquitectónicos. Del primitivo templo, visible en la sacristía antigua, se observan las marcas de los canteros y el estilo prerrománico. La puerta principal y las dos portadas laterales son románicas, mientras que las arcadas de su nave central y la crucería del presbiterio son de estilo gótico. El estilo herreriano figura en su característica torre de cuatro cuerpos. Finalmente en la cúpula y el crucero se aprecia la presencia del barroco y del inicio del neoclásico.

El Santuario se ha ampliado a lo largo de los siglos, al menos en cuatro ocasiones, la última en el siglo XIX. El exterior del templo es testigo de los diferentes estilos que han ido conformándolo a lo largo del tiempo. Respecto al interior del templo, destacan decenas de imágenes y otras obras de arte, de distintas épocas. El espectacular túmulo funerario de 4 metros de altura, en madera de nogal, fue una de las piezas estrella de Las Edades del Hombre, en la edición celebrada en Astorga. Este túmulo consta de cuatro cubos superpuestos con escenas alegóricas del cielo, el purgatorio y el infierno. El retablo central del Santuario, donde se encuentra la imagen de la Virgen de Carballeda, tiene dos tablas laterales y dos óleos con escenas bíblicas. En lo alto del retablo, hay otro óleo con un Cristo crucificado.

La Cofradía de los Falifos, una de las más antiguas que se conocen, fue creada por gentes de varias comarcas zamoranas y leonesas en la alta Edad Media. El "falifo" ha sido siempre la seña de identidad de la Cofradía. En tiempos no muy lejanos, este falifo era la mejor prenda que los Cofrades dejaban a la Cofradía al morir, prendas que luego eran subastadas para cumplir los fines de la Cofradía, especialmente la atención a los peregrinos, a los niños expósitos, y a las personas necesitadas. A lo largo de varios siglos, el "falifo" se vio complementado por numerosas donaciones, rentas vitalicias, etc. Un potencial económico y de propiedades que se extendían por el norte de Portugal, Salamanca, Zamora, Orense y León. Esto le permitió construir decenas de hospitales de peregrinos e incluso construir puentes a lo largo del Camino de Santiago. Sin olvidar la labor social y caritativa que ha caracterizado siempre a la Cofradía. La Desamortización, puso fin a la mayoría de las propiedades, de las que sólo conserva el Santuario, el Albergue de Peregrinos y la Casa de la Virgen.