Doble crimen de Santovenia- La defensa sostiene que el acusado padece un trastorno delirante crónico y que actuó bajo los efectos del alcohol y las drogas

El Chiqui ha utilizado su derecho a la última palabra para pedir perdón a los familiares y amigos de las víctimas

Vivenda del acusado el día de los hechos en el año 2022.

Vivenda del acusado el día de los hechos en el año 2022. / M. Chacón - Ical

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La defensa de Pablo Antonio Santamaría, alías ‘el Chiqui’, acusado de las muertes de Dionisio Alonso y del jefe de la Unidad Especial de Intervención (UEI), el teniente coronel Pedro Alfonso Casado el 1 de julio de 2022 en Santovenia de Pisuerga, argumentó ayer por la tarde, en su alegato final, que su cliente actuó bajo los efectos del alcohol y las drogas, además de padecer un trastorno delirante crónico que le hizo mentir en su declaración en fase de instrucción. Además, en un momento dado, llegó a reconocer, en referencia a su cliente “que este señor no esta bien de la cabeza”.

En la penúltima jornada del juicio que se sigue en la Audiencia Provincial -hoy el presidente de la Sala elevará al jurado popular las preguntas del veredicto-, acusado también aprovechó su derecho a la última palabra para en un escueto discurso de apenas seis segundos pidió perdón a la sala y a los familiares y amigos de las víctimas.

En su informe, el abogado defensor reconoció que su cliente “no es Teresa de Calcuta”, pero también pidió al jurado que lo vea como un monstruo, dado que sus antecedentes penales se limitan a dos delitos contra la seguridad vial y a uno por tráfico de drogas por el que fue condenado a dos años.

Además, lamentó que el abogado de oficio no hiciera bien su trabajo, y aseguró que cualquier letrado e incluso cualquier estudiante de derecho, le hubiera recomendado que no declarara ante el juez de instrucción al día siguiente de los hechos.

Homicidio, no asesinato

Sobre la muerte de Dionisio Alonso, la defensa mantiene que existe un delito de homicidio y no de asesinato, dado que existió una provocación previa por parte de la víctima contra su familia, incluidas amenazas, así como una “agresión brutal” del hijo de Dionisio contra su hijastra semanas antes del día de autos. En este sentido, recalcó que su familia se fue de casa porque tenía “terror” y “pánico” a la familia de Dionisio por su ansia de venganza a la pelea que se había producido antes entre ambas familias.

Además, negó que en el algún momento también intentara asesinar a al hijo de la víctima, tal y como sostiene el fiscal, y también descartó el delito de secuestro. En este sentido, indicó que el presunto secuestrado, Iván, que en este momento era el novio de su hijastra, fue un colaborador de ‘el Chiqui’ para atrincherarse después de disparar contra Dionisio, interpretando el papel del “novio complaciente”. A su vez, recalcó las mentiras sistemáticas de Iván y se preguntó como es posible que el presunto rehén pudiera utilizar su móvil durante el secuestro.

Por último, con relación al disparo que acabó con la vida del teniente coronel Pedro Alfonso Casado, mantuvo que fue un “desgraciado accidente” y pidió que sea condenado por un homicidio imprudente y no por asesinato, como mantienen el resto de las partes. “En ningún caso quiso matar a ningún guardia civil.