Actividad económica

La planta de Valogreene Roviña en San Cristóbal de Entreviñas: 33,5 millones y 65 empleos

Ocupará 13.600 metros, recuperará 40.000 toneladas de residuos para producir ecomateriales y evitará 8.000 toneladas de emisiones de CO2

Imagen de detalle de cómo será la planta de Valogreene Roviña.

Imagen de detalle de cómo será la planta de Valogreene Roviña. / V. R.

La empresa tecnológica de capital español Greene Enterprise, especializada en el tratamiento y la recuperación de residuos, pondrá en marcha una nueva planta en el término municipal de San Cristóbal de Entreviñas para recuperar al año 40.000 toneladas de la fracción rechazo de residuos industriales, cuyo destino final sería el vertedero. La nueva planta zamorana de Valogreen Roviña, la tercera de Greene Enterprise en el país, aprovechará estos residuos para generar nuevos productos de alto valor añadido que se introducirán de nuevo en el mercado.

La planta, que ocupará 13.600 metros cuadrados, ya dispone de la Autorización Ambiental Integrada (AAI) y espera la licencia de obras con las que iniciar la construcción, que tiene un plazo de 21 meses. En este proyecto empresarial de economía verde supondrá una inversión de 33,5 millones de euros y generará en la economía del municipio más de 25 puestos de trabajo directos y otros 40 empleos indirectos.

La Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de San Cristóbal de Entreviñas aprobó la concesión de la licencia de obras hace dos semanas. La ejecución de los trabajos tiene un coste previsto de 4,84 millones de euros. La empresa estaba ayer pendiente de formalizar el aval que requiere el Ayuntamiento. En principio, las obras podrían comenzar en el mes de julio en una parcela contigua al polígono industrial que cuenta con autorización excepcional de uso en suelo rústico. Los trabajos de construcción se prolongarán durante al menos un año.

Infografía de la planta que promueve la empresa tecnológica española Greene Enterprise en San Cristóbal de Entreviñas bajo el nombre de Valogreene Roviña.

Infografía de la planta que promueve la empresa tecnológica española Greene Enterprise en San Cristóbal de Entreviñas bajo el nombre de Valogreene Roviña. / J. A. G.

El CEO de Greene Enterprise, Juan José Hernández, ha explicado que el proyecto se enmarca dentro de las políticas de Green Deal europeo, "porque nuestra tecnología es totalmente respetuosa con el medio ambiente y este proyecto evitará la emisión de 8.000 toneladas de CO² anuales, aprovechar material que hasta le fecha estaba destinado a ser enterrado en vertederos y generar un producto comercializable de nuevo uso". Para Hernández, Zamora se sitúa en un lugar de "privilegio dentro del proceso de Economía Verde que busca reducir residuos y aprovechar los generados con una tecnología puntera y de vanguardia como propone Greene".

El proceso de Valogreene Roviña consiste en un primer pretratamiento del material a reutilizar y triturado previo con maquinaria mecánica. Posteriormente, el material utilizable es sometido a un proceso de pirólisis desarrollado por Greene que, es capaz de lograr aceite pirolítico, entre 10.000 y 12.000 toneladas anuales y entre 3.000 o 4.000 toneladas de biochar. La tecnología de pirólisis de Greene consiste en un proceso de descomposición química de todo tipo de materiales, excepto metales y vidrios. El bioaceite se comercializa después para la fabricación de nuevos plásticos, mientras que el biochar tiene diferentes aplicaciones vinculadas a la reducción de la huella de carbono.

Actualmente Greene cuenta con otros dos proyectos en construcción, ubicados en Toledo y A Coruña, con los que se va a evitar cada año la deposición en vertedero de 80.000 toneladas de residuos (40.000 toneladas en cada proyecto). A partir de estos residuos tratados en estos dos proyectos, la empresa obtendrá 20.000 toneladas al año de bioaceite y 12.500 de biochar.

Como explica el CEO de Greene, "nuestra tecnología está patentada a nivel europeo y destaca por su versatilidad y eficiencia energética, es una de las tecnologías de termoconversión más flexibles del mercado. Además, si hay un elemento que nos diferencia, es el tipo de residuos que tratamos. Actualmente, existen tecnologías de pirólisis que tratan residuos muy concretos, sin embargo, ninguna que trabaje con la fracción rechazo, la que va al vertedero, cuya característica principal es la heterogeneidad de los residuos que componen el residuo".

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