La artista Lola Catalá expone estos días en la galería de arte Ángel Almeida-Espacio 36 una colección de obras sobre juegos infantiles.

-La muestra «Espacios para el juego», ¿ qué es?

-Es una forma de rescatar un patrimonio cultural que nos pertenece que son los juegos infantiles tradicionales. Otro motivo es sacar del olvido ese simbolismo de los juegos que todos hemos vivido y todos hemos compartido. En cuanto a técnicas puedo aportar una visión particular de entender la acuarela. Me alejo de la convencional y la llevo a unos nuevos soportes como son la madera o el cartón. No tengo la necesidad de esa protección en cristal, sino que mis obras llevan unos componentes de resina, que, además de protegerla, le dan una mayor durabilidad con lo que toma una carácter de pintura durable. Recurro a esta técnica con la resina desde hace unos cuatro años, ya que durante mucho tiempo he estado investigando para que la acuarela fuera más resistente a la luz, a los cambios climatológicos y a la humedad, por lo que he probado un sinfín de materiales que posteriormente he verificado durante tiempo. La técnica que he descubierto le da otro carácter a la acuarela.

-Y los colores...

-Cromáticamente empleo unas tonalidades más oscuras como consecuencia de los pigmentos que utilizo. Me gusta mucho fabricarme mis propios colores en acuarela, en la que utilizo la goma arábiga y pigmentos naturales. Son colores un poco diferentes a los que se comercializan en estos momentos. Estas texturas no se pueden conseguir con otro material.

-¿Qué le impulsa a emplear la acuarela?

-Desde mi punto de vista es mucho más fresca. La transparencia y el degrado de color que se consigue me resulta más agradable que la pastosidad del óleo, aunque es algo muy personal. Antes de trabajar la acuarela he trabajado mucho con óleo, pese a que habitualmente sea al contrario. Durante muchos años empleé el óleo y cuando descubrí la acuarela me enamoró porque te permite un resultado inmediato, que no permite mucha modificación, luego hay un gesto muy espontáneo e interactúa con el agua? Desde mi punto de vista convergen una serie de factores que tú no controlas de todo y, sobre todo, me gusta aprovechar la casualidad de la técnica.

-En esta exposición también exhibe una amplia serie de grabados.

-Es otra de las técnicas que utilizo. Comencé a llevar mi obra al grabado porque tuve la necesidad de hacer una serie, de hacer algunas repeticiones de ciertas obras lo que también me hizo enamorarme de esta disciplina que tiene unos recursos magníficos para difundir la obra. Utilizo las técnicas tradicionales agua tinta, agua fuerte?, con más modernas como las aditivas. Mezclo unas con otras así como los gofrados y la acuarela. En los últimos grabados ya aúno todo. En esta serie de juegos infantiles utilizo el color sepia, dado que para mí es la tonalidad que recuerda al corazón, y el rojo para otorgarles un toque de vida y de aportar ese toque de color. Contrariamente a lo que se piense, el grabado no es repetir, puesto que cada grabado va personalizado. Trabajar esta técnica te obliga a hacer un trabajo más reflexivo. Creo que es una manera de que mi labor creativa se complemente.

-En parte de los grabados también incluye textos.

- Para mí el arte es generar una creación y a veces ha surgido un poema que luego he llevado a la acuarela o la pintura. En un momento dado me planteé que si había pintado algo que me ha inspirado un pensamiento o una poesía porqué no escribirlo. En la serie anterior a ésta, en «Huellas», un homenaje a la mujer, ya incluí un texto que se publicó con el catálogo.

-¿En qué proyectos está trabajando en estos momentos?

-Prácticamente estoy concluyéndola. Ahora estoy trabajando en paisaje y una serie relacionada con el juego, pero ya no centrado en niños, sino en el juego en general como pruebas deportivas, carreras de caballos, la petanca? juegos de adultos. Están dedicados a niños de cualquier edad. Son juegos que ha conocido toda una generación y que también se siguen viviendo en aquellos países que no tienen tanta tecnología como en España. Se trata de juegos que potencian la creatividad y el encuentro. Ahora con la tecnología se incentiva el juego más individualizado y sin embargo estos juegos tradicionales para mí son una escuela de vida.

-Una de sus obras ha ilustrado la etiqueta de «El Primero de Fariña» al ganar el Primer Premio IV Certamen Nacional de Pintura Abstracta que organiza la bodega toresana. ¿Qué ha supuesto para usted?

-Ha sido un gran honor porque presenté una obra abstracta, ya que pinto de todo, no solo lo que figura en la muestra. Que mi obra resultara ganadora fue un verdadero honor y más tratándose de Zamora, donde he expuesto en varias ocasiones y además mi marido es zamorano. También me ha dado a conocer entre un público que no conocía mi producción ni la abstracta ni la figurativa y que se ha sorprendido gratamente al ahondar en mi producción.

Madrid

Inicia sus estudios pictóricos a los nueve años de la mano de la maestra pintora Ortiz de Zárate. Ha realizado estudios de diseño de interiores y decoración. Actualmente trabaja en su propio Taller de pintura y Obra Gráfica, en el Parque Empresarial de Las Rozas, de Madrid. Atesora numerosos premios artísticos, entre ellos el reconocimiento del certamen Nacional de Pintura Abstracta «El Primero de Fariña». Ha sido jurado de diversos certámenes y es integrante del Círculo de Bellas Artes de Madrid, del grupo de Acuarelistas Hispanoamericanos y de la Asociación Internacional de Mujeres en las Artes (A.I.M.A.). Ha expuesto en varias ocasiones en Zamora y sus últimas creaciones pueden verse hasta el 26 de mayo en la galería Ángel Almeida-Espacio 36.