Antonio Vázquez Martín (Zamora, 1973) estudió en la Escuela de Artes de Zamora la especialidad de escultura. La creación escultórica ha sido la técnica que más ha trabajado, aunque desde hace unos años ha apostado por la pintura y más recientemente por el diseño de interiores. Desde hace dos años cursa Diseño de Interiores, lo que ha hecho que sus proyectos y trabajos artísticos los desarrolle fundamentalmente en las vacaciones y en las jornadas no lectivas. Ahora expone una serie de piezas en la Sala Berlín.

-En estos momentos muestra parte de su quehacer artístico

-Expongo 13 cuadros de distintos formatos en la Sala Berlín, agrupados con el título de «A tiros» porque trato el tema de las armas. La exposición está planteada desde el punto de vista de que en nuestra sociedad la violencia tiene una gran presencia, lo que me preocupa. Desde mi punto de vista, trato el tema de una forma bastante conceptual. Presento el arma como si fuera la parte más violenta y la contrapongo al texto, a la palabra, al diálogo para no llegar a alcanzar esa violencia. Es un tema que abordo casi desde el 2004, aunque durante este tiempo también he tratado otros aspectos.

-En estas piezas opta por recurrir al negro, el marrón...

-Elijo una gama cromática muy oscura porque es más representativa de la muerte. También pinto calaveras al tratarse de un icono asociado a la muerte. En las obras que se pueden ver combino tanto acrílico como ensamblajes. Estoy abierto a experimentar técnicas y opto por los ensamblajes creo que por mi fuerte vinculación con la escultura.

-Las piezas que componen «A tiros» no pasan desapercibidas. ¿Ha tenido problemas para hallar un lugar para que el público pueda contemplarlas?

-El dueño de la sala me lo propuso y le pareció buena idea este tipo de obras. Cuesta exhibir estos temas porque es una temática difícil de comercializar. En una ocasión un señor me dijo que no era un tema para tener en un domicilio colgado en una pared. Sin embargo es la primera vez que mostraba estas piezas, salvo una, y me ha sorprendido la reacción de la gente porque están gustando bastante. A veces sin querer haces cosas más comerciales pero esta serie supone la plasmación de mis inquietudes porque la violencia está presente en nuestro día a día. Detrás de esta muestra no hay ninguna pretensión de venta, sino de dar a conocer mi trabajo. Por lo general no es fácil vender arte, ya que no se trata de una necesidad básica.

-En la ciudad de Zamora escasean los lugares donde contemplar este tipo de arte poco convencional.

-Sí, la verdad es que sólo se puede ver en algunos espacios como la Sala de Cura. El arte que hace pensar, que no es arte muerto debería de mostrarse con mayor frecuencia porque tiene una mayor autenticidad. Debería de haber más espacios para mostrar arte no siempre políticamente correcto. Es muy complicado sacar adelante foros expositivos alternativos.

-¿En qué está trabajando ahora?

-En estos momentos estoy haciendo esculturas de madera en las que uso el cuerpo femenino y lo mezclo con la imagen de San Sebastián para plasmar el sufrimiento de la mujer para conseguir alcanzar la igualdad. Creo que el trasfondo de mi arte es reivindicativo. También estoy pintando y estoy trabajando en diseño de interiores. Este último registro me está permitiendo crecer como artista. Por otro lado, el próximo mes de febrero tengo prevista llevar a cabo una exposición en Madrid en la que ahondaré en otro temática. En concreto mostraré composiciones centradas en el pensamiento, el texto y la palabra.