Opinión

Concordia o discordia

Con la mal llamada "Ley de la Concordia" el PP se enmienda a sí mismo, virando más aun a la derecha

Mañueco, García-Gallardo y Carriedo.

Mañueco, García-Gallardo y Carriedo. / EFE

En España comienzan a florecer, al cobijo de los populares y con la inspiración de la ultraderecha, leyes que se dicen de concordia. Debe ser por eso de que estamos en primavera. La RAE tiene cuatro acepciones de la palabra concordia. La primera es "Conformidad, unión", la segunda "Ajuste o convenio entre personas que contienden o litigan", la tercera "Instrumento jurídico, autorizado en debida forma, en el cual se contiene lo tratado y convenido entre las partes" y la cuarta "unión (sortija compuesta de dos anillos enlazados)".

Analicemos las acepciones para ver a cuál se refieren. Si fuera la cuarta, estaríamos hablando de una unión formada por dos anillos entrelazados, podría ser el eslabón de una cadena. Cuando se apruebe esta ley tendremos un nuevo eslabón de la cadena que han tejido en Castilla y León los últimos 35 años. Cual penitente zamorano de Semana Santa, las y los castellanos leoneses arrastramos, en el día a día, el resultado de 35 años de políticas del PP: pobreza infantil –26,8% de los niños y niñas de Castilla y León están en riesgo de pobreza y/o exclusión social (AROPE, 2023)–; envejecimiento de la población –acogemos al 7% de los octogenarios de la población española y solo al 4% de los menores de 30 años (INE,2023)–; emigración juvenil –somos la comunidad con coeficiente emigratorio más alto de jóvenes con estudios universitarios (2022)–; listas de espera interminables en la sanidad pública –hay, por ejemplo, una media de 104 días de espera para realizar una ecografía (3er trimestre 2023)–… Esta ley será un nuevo eslabón de la cadena que arrastramos. Pero seguro que no tiene nada que ver con el nombre elegido.

La tercera acepción habla de instrumento jurídico autorizado que contiene lo tratado y convenido entre las partes. Me temo que, aunque la ley sea un instrumento jurídico, nada se habrá consensuado con las partes que lucharon y defendieron la legalidad vigente, la II República, y que fueron represaliados por una dictadura, la franquista que gobernó España durante más de 40 años. Esta no es.

Para el socio de gobierno minoritario en Castilla y León, el decreto que busca derogar, muestra una «visión sesgada y sectaria» de la historia. Era prioritario cambiarlo

Si nos quedamos con la segunda acepción, estaríamos ante un convenio entre litigantes. Si los litigantes son los partidos que gobiernan en Castilla y León, hasta se lo acepto, ya que esta ley es el fruto de un convenio entre ellos para seguir gobernando y para poder aprobar los presupuestos de 2024. El presidente de la Junta de Castilla y León acusa al gobierno central de "vender la dignidad de los españoles" con la Ley de Amnistía y al presidente del Gobierno de someterse al chantaje de los independistas en beneficio personal. Él accede al "chantaje" y a blanquear a la ultraderecha con una norma que pretende reescribir la historia de nuestro país a golpe de ley, "vendiendo la dignidad de los españoles y de las españolas" que lucharon contra la dictadura y el franquismo, devolviéndolos al olvido, devolviéndolos a las cunetas. Seguro que por esta acepción no han elegido el nombre, a pesar de ser muy dados al protagonismo.

Nos queda la primera acepción, conformidad o unión. Las Cortes de Castilla y León tramitarán y previsiblemente aprobarán la ley ¿Querrá decir entontes que las Cortes dan la bendición y conformidad a la dictadura y de ahí, el nombre? La ley la ignora en su texto conscientemente, así que por alguna razón será. Es difícil pensar que el nombre lo buscaron para eso, para dar conformidad a un periodo que la ley ignora ¿O será tal vez la segunda palabra de esta acepción, que la ley busca unir a todos los castellanos leoneses? ¿Cómo? ¿Metiendo en el mismo saco, a quienes siguen sin enterrar a sus muertos, desaparecidos en cunetas y que ahora se van a ignorar, y a quienes quieren ensalzar y blanquear el periodo fascista de nuestra historia más reciente en la que eso sucedió? Así difícil va a ser. Y nos hemos quedado sin acepciones.

En su imaginario, el gobierno de Castilla y León vende la ley redefiniendo concordia utilizando, entre otros, términos como "valor", "superación del pasado histórico", "entendimiento entre iguales", "aceptación de otras maneras de pensar", "preservar", "desarrollo de los principios democráticos recogidos en la Constitución Española". A pesar de la palabrería, esta ley no nace a favor de algo o para resolver un problema, ni para el entendimiento. Nace, ya que así lo ha manifestado la ultraderecha, en contra del Decreto de Memoria Histórica y Democrática vigente, que también ocultaba la violencia fascista pero que, al menos, no ignoraba la legislación vigente en España. Decreto que fue aprobado por los populares de Castilla y León, en 2018, en esos "bonitos" tiempos en los que tenían mayoría absoluta.

Esta es una acción prevista en la hoja de ruta de la actual legislatura. Para el socio de gobierno minoritario en Castilla y León, el decreto que busca derogar, muestra una "visión sesgada y sectaria" de la historia. Era prioritario cambiarlo.

Con la mal llamada "Ley de la Concordia", que veremos si no acaba siendo "Ley de la Discordia", el PP se enmienda a sí mismo, virando más aun a la derecha, a esa derecha elitista, sectaria y populista, a la que cada vez más se asemeja, accediendo a reescribir la historia y blanquear la dictadura franquista, ignorando que el olvido no es opción para una democracia.

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