La presente edición del Festival de Eurovisión sigue estando protagonizada por asuntos que no tienen que ver con lo musical. El pasado martes, la polémica volvió a desatarse después de que Eric Saade actuase con un pañuelo palestino que le regaló su padre y que Bambie Thug denunciase en una rueda de prensa la censura de la UER durante su actuación.

Esta polémica en el contexto del festival europeo también ha saltado a la televisión española. Concretamente, El Gran Wyoming trató estos asuntos en el inicio de 'El intermedio' en su edición de este pasado miércoles.

El cantante sueco Eric Saade, con familia de origen palestino, actuó con un pañuelo palestino anudado en la muñeca. Y esto ha desatado una enorme polémica en el concurso”, empezó diciendo el cómico para contextualizar la situación, continuando con cierta ironía: "Ya ven qué cosas. No lo entiendo, yo creía que se podían llevar complementos, nosotros un año salimos con una guitarra de plástico y no molestó a nadie. Al menos hasta que el Chikilicuatre empezó a cantar, claro".

El humorista le lanzó una muy indirecta a la UER por ello: "Eso es una prenda que en Palestina la lleva todo el mundo, es una prenda de vestir. Pues se ve que los cantantes de Eurovisión pueden subirse al escenario con lentejuelas pero no con principios".

Wyoming no solo quedó ahí, ya que también lanzó otra reflexión sobre el asunto de Palestina: "Parece que con la masacre de Gaza hay que medir muy bien las palabras y los actos. Hoy por ejemplo, el ministro de Derechos Sociales, Pablo Bustinduy, ha enviado una carta a las empresas españolas que trabajan en Israel para pedirles que no colaboren involuntariamente con el genocidio en Gaza. Y ha usado precisamente esa palabra: genocidio. La embajada de Israel no ha tardado en enviar un comunicado en el que rechaza lo que ellos llaman la falsa acusación de ministros intelectuales y medios de que Israel está cometiendo un genocidio y aseguran que esto demoniza e incita al odio y al antisemitismo".

“No voy a ser yo quien lleve la contraria a la embajada pero lo que demoniza a Israel no es la carta de un ministro, son sus intolerables actos en la franja de Gaza. Condenar esta matanza no es ser antisemita, apoyar al pueblo palestino no es estar al lado de los terroristas. Denunciar este genocidio, que ya se ha cobrado más de 30.000 vidas, no es propaganda política como aseguran en Eurovisión, es ponerte al lado de las víctimas, en contra de los verdugos. Y sentir compasión de un pueblo al que están aniquilando", continuó.

“En fin, voy a ponerme esto que tengo un poco de fresquito. Para que no se olvide, estos gestos son francamente necesarios. Sé que me estoy arriesgando a que esto me cierre las puertas de Eurovisión pero ya estaba vetado por cantar como el culo", ironizó.