Secuestro en Coreses

La Guardia Civil moviliza a más de 60 agentes en el simulacro anual por terrorismo, que esta vez ha seleccionado un centro educativo del mundo rural

VÍDEO | Simulacro de atentado terrorista en un colegio de Coreses

J. L. F. / F. E.

Cuatro terroristas han secuestrado a los alumnos del colegio de Coreses. Esta ha sido la alerta que ha movilizado a más de 60 agentes de la Guardia civil durante la mañana del miércoles en las calles de Coreses, donde los 150 alumnos desde los 3 a los 16 años han experimentado en primera persona un simulacro ante una amenaza yihadista.

La alerta llegaba a las 12.00 horas del mediodía. El director del centro, Juan Cruz, descolgaba el teléfono para llamar al 062, el teléfono de emergencia de la Guardia Civil: dos clases habían sido secuestradas por cuatro encapuchados. Tras la sirena que el propio centro activaba para evacuar otras aulas, la música islámica empezó a sonar por los altavoces, banda sonora de un secuestro con un determinado perfil.

Este simulacro no solo prueba la capacidad del centro y de los civiles, sino que también evalúa el tiempo de respuesta y desempeño de los equipos de la Guardia Civil.

12.08 horas y la Unidad de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil (Usecic) son los primeros en llegar. Ellos son los agentes más cercanos a la ciudadanía, por lo que acuden las patrullas desplegadas en el territorio mientras la comandancia continúa activando todo el protocolo. Los agentes que llegan al colegio lo hacen sin saber lo que va a pasar, y es que "tiene que ser un simulacro real", ha destacado el teniente coronel Héctor David Pulido sobre unos ejercicios "sorpresa" para todas las unidades, a las que se les informa media hora antes de que algo va a pasar, aunque desconocen de qué se tratará: "No queremos hacer un teatro", ha destacado Pulido sobre unos simulacros "para detectar los fallos y cómo podemos mejorar la respuesta de la Guardia Civil".

La docena de agentes de la Usecic llegan con arma larga al centro. Tras reconocer el perímetro, el primer grupo sube las escaleras hasta la segunda planta, donde localizan las dos aulas secuestradas por los cuatro terroristas. Los gritos de amenaza de los secuestradores les impiden avanzar más allá, y el grupo retrocede escaleras abajo tras haber confirmado que, efectivamente, se trata de un secuestro.

Secuestro en Coreses

Secuestro en Coreses / Irene Barahona

Dentro de las aulas, dos grupos de estudiantes permanecen con las manos en alto y tumbados en el suelo respectivamente, custodiados por cuatro encapuchados en poder de dos armas. Los alumnos han sido avisados tan solo cinco minutos antes de que el centro iba a acoger el simulacro anual de la Guardia Civil de Zamora. "España está desde hace años bajo el nivel antiterrorista número cuatro, la Guardia Civil ha hecho simulacros en la estación de autobuses de Villalpando, en un supermercado en Benavente, en la estación de trenes de Sanabria y hoy tocaba un colegio" ha destacado el subdelegado del gobierno Ángel Blanco sobre un despliegue que ha paralizado Coreses, donde los vecinos se han asomado curiosos al centro educativo rodeado por furgones, coches, sanitarios y hasta un helicóptero.

El simulacro continúa y los agentes bajan las escaleras de frente, sin dar la espalda a los secuestradores: la Usecic ha confirmado la situación y reporta la información disponible a los equipos que ya están en camino. Durante la espera, algunos agentes de la Usecic recorren las proximidades para identificar matrículas.

Secuestro en Coreses

Secuestro en Coreses / Irene Barahona

12.14 horas y el Puesto de Mando Avanzado llega para coordinar todo el dispositivo; se instalan en la puerta del centro, donde en unos minutos, se les unirá una unidad de Cruz Roja para atender a los posibles heridos. Los agentes entran de nuevo, y esta vez, se dirigen a una de las dos aulas secuestradas. Se escuchan gritos, órdenes y amenazas. Tras unos minutos de incertidumbre, los niños empiezan a bajar. Aún queda una segunda aula bajo el control de los secuestradores, donde los niños permanecen boca abajo. Los agentes de la Guardia Civil se refieren a ellos como "terroristas" y esperan a la llegada de uno de los cuerpos movilizados: El Grupo de Acción Rápida (GAR) está en camino, un cuerpo creado para la lucha contra el terrorismo y operaciones de gran riesgo.

Durante la espera, los agentes limpian en edificio para asegurarse de que no queda nadie. Ya han pasado 28 minutos cuando el Cuco León, el helicóptero EC-135 de la Benemérita, empieza a sobrevolar el perímetro. El dron del equipo Pegaso se une a la tarea: a partir de ahora nadie puede escapar del centro educativo sin que La Guardia Civil lo descubra.

Secuestro en Coreses

Secuestro en Coreses / Irene Barahona

Por fin llegan los agentes del GAR. Son las 12.40 horas y aún queda un aula por liberar. El centro está acordonado a la espera de la intervención de equipo especializado que ha sido movilizado de improvisto: una unidad en tránsito ha podido desplazarse en tiempo récord al recinto; en otro caso, los agentes habrían tenido que esperar las más de tres horas de trayecto desde La Rioja, sede del GAR, para que el equipo actuase. Los especialistas entran en el centro divididos. Tras unos minutos de espera, se escuchan nuevas amenazadas, y momentos después, los primeros alumnos comienzan a bajar para reunirse con sus compañeros, que los esperan en el patio rodeados de coches y bajo la atenta mirada del helicóptero y de los profesionales de Cruz Roja, entre los que también hay psicólogos.

Secuestro en Coreses

Secuestro en Coreses / Irene Barahona

"Esperamos que esto nunca suceda en nuestros centros educativos, pero nos parecía que era una ocasión muy buena para poder poner en práctica y estar preparados.", ha explicado Francisco Tejero, representante de la Dirección Provincial de Educación. Una colaboración que se ha extendido a Cruz Roja y que sirve "para reforzar los recursos con los que contamos para una catástrofe, una emergencia", ha explicado Silvia Montalvo, coordinadora de Cruz Roja Zamora sobre una situación en la que se ha puesto a prueba a todas las unidades de la institución.

El simulacro ya ha terminado, y los encapuchados salen arrestados por la puerta del centro para recuperar, tan solo unos minutos después, sus chalecos de la Guardia Civil; esta vez, los malos no eran de verdad.

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